4 · control

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Hoseok

Muchos pensamientos recorrían mi mente en ese instante y aunque quería ser positivo, no podía evitar tener miedo de saber cuál sería mi destino. Desperté de mi repentino aturdimiento y me levanté antes de pasar al lado de Namjoon. Me sentí observado por todos mis compañeros, como siempre me pasaba en clase, entre las cuatro paredes de aquella escuela.

Esa sensación de sentirme juzgado en cada momento de mi día a día allí.

Mi adorado profesor levantó la cabeza para dedicarme una mirada divertida que provocó que cerrara los puños al instante. Le gustaba hacerme rabiar, le encantaba. Estaba deseando que me volviera loco para echarme de la clase y hacerse el víctima. Y, aunque no quería darle el gusto de que sucediera una vez más, como continuara de esa manera, estaba seguro de que iba a conseguir eso que tanto quería. Me acerqué hasta su lado, pero mantuve una grata distancia a causa del asco que este me proporcionaba y él no tardó en dedicarme una larga mirada.

—¿Ya dejó de estar nervioso? —Preguntó educado y se deshizo de las gafas que portaba. Volvió a sonreír de lado y juré que con una repetición de ese gesto, no podría controlarme más.

No podía permitir que se estuviera riendo de mí en mi cara como si no estuviera delante.

Me limité a no responder esa pregunta y tomé entonces mi examen. Solté una pequeña carcajada irónica sin poder evitarlo al no sorprenderme ni un poco ante el resultado. De reojo pude observar cómo disfrutaba de haberme suspendido con esa nota, como se regocijaba en su estúpido carácter de mierda, cómo reía entre su estúpido dinero y su estúpido estatus que yo no tenía. Y me daba rabia, mucha rabia.

Sin comprobar nada más del examen, lo dejé sobre su mesa, dispuesto a irme sin añadir nada más y sin estar mínimamente interesado por mi media total. Estaba suspendido, ¿qué más quería saber?

—Señorito Jung —me llamó cuando me vio tan dispuesto a irme. Paré en seco y respiré hondo mientras evitaba cruzar miradas con nadie. Giré sobre mis talones—. ¿No piensa poner interés en esta asignatura?

—Ya he visto la nota del examen y estoy suspendido, ¿de verdad necesito saber algo más? —Pregunté cómo si fuera lo más obvio del mundo. Me miró para después soltar una carcajada.

—Claro que no —admitió aún con esa sonrisita desagradable sobre sus labios. Guardó mi examen mientras sacaba el de otro de mis compañeros—. Está claro que va a ser difícil que usted apruebe con esa actitud.

—Estoy seguro de que sería más fácil aprobar si dependiera de mí, pero está claro que no es así —zanjé casi sin dejarle terminar mientras le miraba directamente a los ojos. Él los abrió sorprendido y no entendía cómo es que a esas alturas se sorprendía tanto de mi carácter.

Yo no era uno de esos niños pijos que le iba a reír las gracias solo para aprobar.

—¿Y cómo está tan seguro de eso si no se ha tomado ni la molestia de comprobar que su examen era digno de merecerse el aprobado? —Preguntó seguro de sí mismo. Empezaba a sentir la ira recorriendo cada parte de mi cuerpo.

Volví a respirar hondo buscando controlar mis impulsos para no cagarla.

—Digo yo que un cuatro con ocho es bastante próximo al aprobado, ¿no es verdad, señor Kim? Creo que no estoy loco por pensarlo y vaya, qué casualidad, he sido justo yo el que ha terminado con el suspenso, no es algo que me sorprenda —añadí sin poder contenerme. Volvió a mirarme de arriba abajo, de manera despectiva.

—Señorito Jung Hoseok, no pienso permitir de nuevo uno de sus numeritos, así que le sugiero que se prepare mejor el próximo examen para poder optar al aprobado. No voy a permitir que insinúe cosas que no son —zanjó antes de colocarse de nuevo las gafas—. Procure para la próxima vez también, no dejarse llevar por sus instintos y centrarse un poco en los estudios.

HOPE ━ j. hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora