HOPE ━ j. hoseok

33 · desaparición

Soojin.

Yeonji. 17:30.

Hola tía, perdón por no haberte hablado en días pero, lo

cierto es que lo menos que quería hacer era preocuparte

con mis locuras, por eso quise callarme el otro día y no

decirte nada más, ni insistir, pero, como amiga, es mi

deber apoyarte y hacerte saber que estoy aquí para

lo que sea.

Creo que deberías de hacerme caso e ir al médico porque

de verdad, creo firmemente que lo que tienes no es a causa

del estrés y he estado investigando acerca del tema y creo

que... creo que podría haber una posibilidad de que esos

síntomas sean de un embarazo.

No quiero preocuparte en vano, a lo mejor es verdad que

tienes razón pero, atando cabos, es mejor que vayamos

(digo incluyéndome porque no pienso abandonarte en esto)

al médico o ginecólogo para confirmar que es mentira y dejar

la incógnita de lado.

Por favor desde que lo leas respóndeme, estoy vestida por si

quieres ir desde ya y así nos lo quitamos de encima.

Pero si estás embarazada, no pienso dejarte sola.

Nunca lo haría.

Jaehyuk se despidió de mí antes de que me subiera en el coche y, a partir de ahí, mi pensamiento solo podía dirigirse al momento de llegar a casa y sacarme la incógnita que me había producido Yeonji en la cabeza.

No, estaba segura de que no estaba embarazada, seguro que solo eran un cúmulo de coincidencias, de síntomas pero, no, era imposible que lo estuviera. Jamás había mantenido relaciones sexuales con Hoseok sin protección y no habíamos hecho algo distinto recientemente como para que eso pasara. Tenía que ser simplemente coincidencia.

Y aunque estaba completamente segura, no dejaba de desear que fuera tal y como pensaba, que solo fuera todo un susto del que pudiéramos hablar en el futuro como una anécdota más. Aunque, al final, las sospechas de Yeonji podrían ser ciertas, y, a decir verdad, yo también había pensado en esa posibilidad.

Solo es que, no quería aceptar que existiera.

Nada más entrar en casa estuve a punto de correr por las escaleras pero, la voz de mi madre me hizo parar en seco.

—Soojin, prepararé la cena, ¿vale? Báñate si quieres mientras tanto —y asentí aunque lo cierto es que no fui capaz de procesar esa información. Ella me dedicó una sonrisa repleta de confianza antes de entrar en la cocina.

Corrí escaleras arriba en dirección al baño de mi habitación y cerré la puerta con pestillo.

Bien, ya estaba allí, solo serían unos cuantos minutos de sufrimiento. Abrí la caja y leí las instrucciones, siguiéndolas, intentando no cometer ningún fallo, porque eso significaría darme un susto de más que no necesitaba. Me temblaban las manos y sentía que escupiría el corazón por la boca. Y, aunque intentaba respirar para relajarme, no podía conseguirlo.

Estaba ida.

Me senté en el suelo a esperar por el resultado, con la espalda apoyada en la pared y ni siquiera sentía el frío que esta normalmente emanaba, tenía tanto calor de los nervios que no podía pensar con claridad. Intentaba tranquilizarme pero la espera me estaba matando y más la incertidumbre de saber que quizás los resultados no eran cien por cien seguros.