Capítulo 10

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Solo hizo falta recostara la cabeza en la almohada para que caer rendida en un profundo sueño, pero entonces me desperté en medio de la madrugada, me siento en la orilla de la cama y las náuseas llegan a mí. Salgo de la habitación como una bala, me reprimo un poco para no ensuciar el piso tan limpio de Zack.

Cuando me miro al espejo después de enjuagarme y dejar todo limpio, noto las ojeras que tengo, siquiera me quité el poco maquillaje que tenía, trato de quitarlo rápidamente y evitar que Zack me vea así de mal en la mañana.

Vuelvo a la habitación por mi móvil, efectivamente tenía dos llamadas perdidas de Jenna, conociéndola, tiene que estar como loca al saber que nunca llegué a casa, lo primero que me dijo fue que me mantuviera en contacto, pero no lo hice, así que le dejo un mensaje diciendo que estoy en casa de una amiga y que no se preocupara, si le digo que estoy con Zack, estoy segura que buscaría dónde vive y me sacaría de aquí, ella aún conserva su lado de madre protectora conmigo.

Bajo las escaleras para tomar agua, tengo una sed insoportable, el reloj que cuelga en el pasillo antes de bajar a la cocina, marca las tres de la mañana. Camino sigilosamente para no romper nada y no despertar a Zack, que debe estar profundamente dormido en su habitación, me asustó un poco cuando veo que la televisión de la sala está encendida, pero entonces me doy cuenta de que Zack se quedó dormido en su sillón azul, lo cubro con la manta debajo de sus pies, apago la tele y voy por mi vaso de agua, enciendo la linterna de mi teléfono para no chocar con algo, está todo oscuro.

Le doy una última mirada a Zack, se ve tan pacífico y tranquilo mientras duerme, me acerco lentamente hasta él, su mano reposa en su abdomen, mañana se levantará con un dolor de cuerpo terrible, pero se ve tan tranquilo que no me atrevo a despertarlo.

***

El grito de alguien es lo que me despierta, y de muy mala manera, me espanté. Mientras miro a mi alrededor me siento en la cama, entonces recuerdo que estoy en la casa de Zack, antes de salir miro que no haya nadie en el pasillo, cuándo hago mi camino al baño escucho voces, creo que Zack tiene visitas.

Escucho pasos por las escaleras así que corro hasta la habitación, no quiero que Zack me vea recién levantada, aún no tenemos esa confianza.

«Lo dice la que acaba de dormir con su ropa y en su casa»

La puerta de la recámara de abre y ya no tengo a dónde ir o cómo esconderme. Es Zack, y esta tan recién levantado como yo, tiene el cabello desarreglado, los ojos ligeramente hinchados, lleva una franela negra con pantalones de chándal y descalzo, aún no me acostumbro a verlo tan informal y relajado, le queda.

—Te traje un cepillo de dientes, pensé que no querrías cepillarte con el mío —bromea, parece que es una persona mañanera, y que bueno que lo es.

—Gracias —susurro mientras lo tomo de su mano. Él me sonríe.

—No bajes con el bóxer puesto, los chicos están aquí —sugiere. De todos modos, no iba a bajar así. Que él me vea con algo tan corto, me incomoda un poco, aunque ayer me vio en sostén, aunque sé que estaba más preocupado de que me cayera y de que otros me vieran semidesnuda, y yo estaba demasiado borracha como para que me importara.

Cuando el sale de la habitación corro hasta el baño y hago todo lo que tenga que hacer rápido, me coloco la ropa de anoche, a excepción de la blusa que está manchada y huele terrible, así que me quedo usando la camiseta de Zack, le hago un nudo en la parte delantera, vuelvo por mi bolso a la recámara y bajo con toda la calma del mundo hasta la cocina.

Escucho la voz de Zack y Harry antes de pueda entrar a la cocina, dónde todos están sentados en la mesa.

—Buenos días —saludo casi en un susurro. Todos tienen su mirada puesta en mí, y me asusta lo que podrían estar pensando o lo que Zack les haya dicho, ¿acaso es esa clase de chicos que comparte su experiencia con chicas a sus amigos?, espero que no.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora