Capítulo 32

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Brenna

Zack no dio señales de vida durante todo el día, simplemente se fue como llegó, siquiera me dejó un mensaje, seguro cree que estoy enojada por lo que me contó de Kathia y Helen, la verdad es que al final no estaba tan necesitada de esa información, yo solo no quería que el supiera que me avergüenza contarle sobre James.

Todavía me pregunto por qué somos nosotras quienes sentimos vergüenza, cuando los que han hecho algo malo son ellos, aquellos que nos amenazan e intenta hacernos daño, ellos son quienes deben sentir vergüenza, no nosotras, pero está ahí, ese sentimiento aterrador que se impregna en tu piel y se queda tatuado por el resto de tu vida. He aprendido a lidiar con ello, pero ahora que he hablado del tema, siento el mismo miedo y vergüenza que la primera vez que hable con alguien sobre lo qué pasó, si yo que no he pasado por una violación como tal, siento vergüenza de ellos, no imagino que deben sentir quienes han pasado por ello.

Admiro las mujeres que hablan de su agresor sin filtro alguno, ni vergüenzas, aquellas que con acciones y palabras hacen sentir a sus agresores como una vez se sintieron ellas, los avergonzados son ellos, no nosotras, solo hace falta enfrentarlo y no dejarnos derrumbar por hombres que no saben cómo tratar a una mujer. Zack de alguna forma me hace sentir protegida a pesar de que no lo tenga a mi lado. Soy poderosa y valiosa, cada día me levanto con estas palabras en mi mente, ese es mi motor de cada mañana.

Hoy iba a ser mi mejor día, empecé con buen pie, recibiendo un correo de la fecha en la puedo enviar mi solicitud de admisión y para cuando está previsto el inicio de clases en Birkbcek (University Of London), mi prioridad es poder entrar a Oxford o Cambridge University, siempre y cuando obtenga la beca completa de estas dos, porque no tengo ni la mitad del dinero para pagar esa universidad.

Zack y yo llegamos juntos a la empresa de seguros de su padre, está a casi veinte minutos de mi casa, en la city de Londres; estoy al tanto de todo lo que tengo que hacer, Isacar me tiene al tanto de todo lo que tengo que hacer al llegar, dónde lo encuentro, quién nos guiará durante el día, y todo ese tipo de cosas, supongo que para Zack nada de eso es necesario, él trabaja aquí.

Estamos rodeados de los edificios más altos y neo futurista de Londres, mi mirada se pierde mirando el tan conocido 30 St Mary Axe, me sorprendo aún más al saber que el edificio que está en frente es la empresa de mi suegro, tiene una cantidad considerable de pisos, su fachada es cuadrara, con cerramientos de vidrio estructural, siguiendo patrones cuadrados en forma de ventanales por todo el exterior y ocupa media cuadra. Luce bastante moderno y tecnológico, que puedo decir estar en el centro de Londres.

Mantengo mi rostro neutro y trato de no lucir muy impresionada, detrás del mostrador blanco se encuentra una mujer pelirroja que nos recibe con una enorme sonrisa, Zack la saluda con una sonrisa igual y pretende seguir su camino, él debe saber que es mi primera vez aquí, no me pasare el día yendo tras él, mi novio detiene su paso cuando nota que he quedado atrás, a la espera de que la chica termine la llamada. Miro a mi alrededor, es una recepción bastante moderna, a mi derecha se encuentra la escalera eléctrica, a mi derecha una especie de sala de estar tipo cafetería, con muebles marrones, taburetes con respaldo de madera y una máquina expendedora de café junto al juego de muebles.

Observo a Zack mover su café con un palillo de madera, para luego tomar de él, hasta ahora no me había percatado de lo bien que se ve con traje, americana y pantalones grises, con una camisa blanca desabotonada los dos primeros botones, al levantar noto un anillo que siempre lleva puesto, debería preguntarle qué significa. Yo llevo un vestido hasta la rodilla, manga larga, de rayas blancas y negras, que lleva un amarre alrededor de la cintura, combinado con tacones de punta color negro, presentable para la ocasión.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora