Capítulo 62

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Brenna

Un millar de sentimientos se arraigaron en mi pecho, y no sabía cuál de todos sentir, estaba volviendo a ser un desastre, después de la boda de Jenna y Thomas, y de la hermosa canción que Zack me escribió, a Fernández se le ocurrió que era buena idea atacarnos, una vez más, luego están mis padres, que joder, están volviéndome loca, a estas altura de juego ellos quieren alejarme de Zack, de verdad creían que iban a llegar de la nada a poner reglas en mi vida cuando hace rato que dejaron de hacerlo.

Esos días después de la boda de mi hermana, fueron un poco difíciles para Zack y yo, él estaba muy desesperado y yo preocupada por su estado de salud, el bebé y todo lo que conlleva estar embarazada cuando alguien quiere matarnos como sea y no podía dejar de pensar que mis padres tenían algo que ver en eso, lo que me hacía sentir peor.

Luego están las náuseas y los mareos, la ropa que ya no me quedaba, y ni hablar de la sensibilidad en los pezones. Si yo salía de casa era para ir a trabajar mientras pueda, y al hospital a ver como seguía el bebé, todavía no sabíamos el sexo, pero ya hemos escuchado su corazón latir y fue tan emocional y mágico saber que la vida que crece dentro de mí y que hemos creado juntos, se está formando, está sano. Fue un momento en el que no dejaba de sonreír, al igual que Zack, ambos estábamos tan emocionados y listos para tener a ese bebé en las manos.

De vez en cuando hablo con Nathan acerca de cómo va el proceso del bebé, aunque no hablamos tanto como antes, pero nos mantenemos en contacto, él se ha recuperado totalmente, así que esperaba verlo de nuevo dentro de poco. No le he contado nada de lo que ha sucedido porque no quiero preocuparlo, después de todo el merece saber sólo las buenas noticias.

Zack tiene un plan que parece muy desesperado, pero en nuestra posición es normal que busquemos con desesperación una forma de salir de todo esto, estamos trabajando juntos para enfrentar a las personas que nos quieren destruir, esta vez no solo el lleva todo ese peso encima, eso fue lo que lo llevó a estas adicciones que son tan difíciles de superar, pero intento con todo lo que puedo hacer que vea con claridad su situación, pero siempre me cambia de tema o solo se queda callado mientras yo le digo que busque ayuda, que por más que sus amigos lo estén ayudando, el necesita profesionales de la salud para poder superarlo, no puede estar un mes sobrio y al siguiente recaer, repetir ese ciclo una y otra vez.

El plan de Zack ha sido casarnos lo antes posible e irnos de esta ciudad, buscar un lugar más seguro para nosotros y el bebé que viene en camino, estamos formando una familia y no podemos seguir viviendo con miedo a lo que nos pueda pasar, bajo las sombras del pasado de Zack, que ahora también es mío.

Así que estamos a horas de casarnos, lo cual fue otro dilema, me he puesto al corriente con todo esto de la religión de Zack, el nunca toca esos temas, hasta que se vio en la obligación de hablar sobre ello conmigo, sé que los musulmanes no pueden beber alcohol, ni comer carne de cerdo, ni fumar, pero eso es todo lo que se de ellos, así que antes de casarnos Zack tuvo que contarme cómo funciona, porque a pesar de que el ya no es musulmán, ni su padre tampoco, sus hermanas aún son practicantes de esta religión y me parece que debería saber más, por respeto a su familia que sigue siendo musulmana.

—Al momento de yo nacer mi padre era musulmán, así que yo también lo era, en el islam es una ley que tengas la religión de tu padre en cuanto naces —dice mientras lleva los platos sucios al lavavajillas.

—Quiere decir que: ¿nuestros hijos serán musulmanes, aunque yo sea cristiana? —cuestiono sorprendida.

—Sí, pero solo si yo soy musulmán y no lo soy —Él se sienta a mi lado en el sillón de la sala de estar.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora