Capítulo 49

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Brenna

Lo vi desvanecerse, la escena era desgarradora, me dolió verlo de esa manera, me quemó por dentro, pensé que lo había visto en su momento más vulnerable, pero nunca como esto, se aferraba a su madre aun cuando sabía que estaba muerta, no soporté verlo así, sus gritos de desolación causaron un efecto en mí que no pude comprender, quería abrazarlo y susurrarle que todo iría bien, pero verlo tirado en el piso mientras se le iba la vida a la mujer que el mas ama, fue difícil de digerir.

No supe que hacer más que solo salir del lugar, Mason estaba muerto, Trace también, todo era un maldito desastre, todos mis sentimientos estaba mezclado y no sabía cuál de ellos era el más vehemente. Solo quería desaparecer y creer que nada de eso sucedió en realidad.

No hice nada más que escapar de allí, estaba tan desconcertada y muy asustada, no pude dejar de llorar sabiendo que le acaban de quitar la vida a mi suegra y que yo vi como sucedió, debí quedarme en casa, aunque sé que no sería diferente si me hubiese enterada luego. De tan solo pensar que pude haber sido yo en algún momento, siento que voy a vomitar y es por esa misma razón que me voy.

No tenía fuerzas de voluntad para seguir aquí, así que antes de volver a casa de Jenna, pasé por mi casa y recogí el resto de mis cosas con ayuda de Thomas. Me dolía dejar a Zack cuando más me necesita, pero es tiempo de empezar a pensar en mi seguridad ahora, estoy tan aterrada que mis manos no han dejado de temblar. Ya en casa de Jenna me limité a llorar el resto de la noche hasta quedarme dormida.

Al amanecer escribí esa carta para Zack, quería darle mi apoyo en este momento difícil, no podía solo irme sin decirle algo que lo haga sentir mejor, tenía que darle el empujón que necesitaba, tenía que devolverle una pizca de esperanza, aunque yo lo estuviera dejando, quería que tuviera claro lo mucho que lo amo. Y luego partí de Inglaterra, ya había tomado la decisión de irme desde que subí al auto de Harry al irme de la fiesta y que haya pasado lo que sucedió no me haría cambiar de opinión.

Nadie se merece lo que le pasó a Zack, es el peor castigo que se puede recibir. Antes de subir al avión, lo vi por una fracción de minutos, pude notar sus ojos rojos e hinchados, tenía ojeras y lucia totalmente desaliñado y triste.

Aún llevaba conmigo esa caja de terciopelo morado que Zack me entregó, no quería abrirlo hasta llegar a mi país natal pero la curiosidad me estaba matando. Dentro de él había una pulsera bañada en oro con algo grabado en la parte superior decía: Dos corazones que laten como uno y nuestras iniciales. Eso no era todo, dentro de la cajita había una pequeña nota.

«Tienes razón, tenemos que desaparecer me iré contigo a donde sea, escaparemos juntos Bren, tu dime cuando». Esas palabras fueron suficiente para hacerme sentir peor, no quería llorar aquí, pero no pude retener las lágrimas, las limpié rápidamente antes de que la chica a mi lado supiera que estaba llorando, lo cual fue en vano ya que de todos modos me preguntó si estaba bien a lo que respondo que sí, aunque fuese mentira.

La chica cejas gruesas y cabello corto castaño oscuro, se presentó como Allison, parece que la chica fue enviada para darme un poco más de fuerzas para no llorar durante las siete horas viaje. Sé que hemos llegado a Canadá por el frío que hace, ya me sentía muy a gusto con el clima de Londres. Intercambio teléfonos con Allison antes de cada quien siga su camino, es bueno saber que ella vive en Ottawa.

Por suerte me abrigué lo suficiente como para no morir de frío, durante mi camino a casa duermo todo lo que no pude en el avión, que fueron algunos 30 minutos en coche, le pedí al conductor que me esperara cuando vi que la entrada estaba descuidada y llena de nieve, toqué la puerta y nadie respondió a mi llamado, parece que mis padres no han estado aquí durante mucho tiempo, se supone que volvieron a casa antes de navidad, pero está todo muy descuidado, como si no hubiesen estado aquí por meses.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora