Capítulo 67

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Todo el cansancio que tenía cuando baje de ese avión paso a segundo plano cuando estuve junto a mis hijos y Brenna, con quien no podía estar enojado de que no haberme dicho que teníamos un hijo, y que se llama Zayed, el nombre que yo le elegí. Al final de cuentas yo fui quien le dijo que no me contactara hasta que yo lo hiciera, para evitar el peligro y así fue. Estoy agradecido de qué pasó como le tenía planeado porque ellos están aquí sanos y salvos.

Nathan estaba igual de sorprendido que los demás de verme libre, mi relación con él no era la mejor, pero en esta etapa de nuestras vidas es diferente, el cuidó de Brenna como me lo prometió y eso debo agradecerlo, ya no lo veo cómo el hombre que ama a Brenna, lo respeto porque supo cómo superarlo y cuidar de Brenna sin intenciones, de verdad espero que haya sido así. Es por eso que pregunte si él tenía alguna chica y sí, hay una chica de la que no me habla mucho frente a Brenna.

Cuando estuvimos solos me preguntó cómo podía pedirle matrimonio a su chica, al parecer el lleva semanas pensando en cómo hacerlo y con miedo de que ella lo rechace, y sé cómo se siente eso, así que le di los mejores consejos según mi experiencia. Sé que Nathan ha retrasado su vida por cuidar de una mujer que no es su esposa y dos niños que no son de él, espero que eso no haya ahuyentado a la chica.

Durante el almuerzo Zayed y Brooke me hicieron un interrogatorio en el que no pude dejar pasar ninguna pregunta, tuve que responder a todo, ¿por qué me fui? ¿Por qué dure tanto en volver? Y todo ese tipo de preguntas que me dolían en el alma, porque tenía que mentirles.

Después de la comida Zayed y Brooke cayeron rendidos en un sueño, Nathan se fue a encontrar con su novia y Brenna y yo nos quedamos solos, poniéndonos al día de todo lo que había pasado mientras yo estuve en la cárcel. No hizo falta que me explicara mucho, yo mismo hice la cuenta, sé que el mismo día que me llevaron preso ella estuvo vomitando, sé que se trataba de un embarazo, luego la camiseta del hombre araña en aquella habitación, lo único nuevo que se es la fecha en la que nació Zayed, recién acaba de cumplir 5 años y lo celebraron en Londres.

Mientras los niños dormían yo sacaba de mi maleta solo la ropa que usaré hoy y mañana, lo demás lo dejo cómo está, Brenna se da cuenta del dinero y de las armas que traigo conmigo y casi me regaña por eso, ella no pretenderá que yo dejaré ese dinero abandonado. Intenté coquetearle a mi esposa halagándola con el increíble cuerpo bien trabajado que tiene, claro que hubo un beso pasional y subido de tono en su recamara, pero al final terminé durmiendo, ya no podía dejar en segundo plano el cansancio.

Cuando desperté, Brooke y Zayed me esperaban con las pilas puestas para jugar en el parque y claro que no podía rechazarlo, salí a jugar con ellos, incluso Nathan se unió, hasta que Brooke se fue con sus amigas y sólo quedamos Zayed, Nathan y yo con Brenna vigilando desde el pórtico de la casa. Me divertí con mis hijos hasta que empezó a anochecer y tuvimos que entrar.

Me encontraba en la habitación de Zayed y Brooke, con Brenna quitándole la ropa a Zayed para bañarlo, él está en esa etapa en la que la que se enjabona solo, pero con la vigilancia de Brenna, lo deja allí por algunos minutos.

—Brooke deja de saltar en la cama —le pide Brenna a Brooke, pero ella no le hace caso y sigue saltando en la cama.

—No me hagas volver a decírtelo —dice mi esposa mientras busca entre el ropero el pijama que Zayed usará, mientras que yo desde su cama lo veo quitarse el jabón del cuerpo con mucha tranquilidad.

—Brooke, te estoy hablando —dice en un tono más alto desde el umbral de la puerta del baño y antes de darse la vuelta me da una mirada, sé que significa haz algo. Ha pasado tanto tiempo sin Brooke que no creo que ella me haga tanto caso como a Brenna, pero lo intentaré, porque no quiero recibir otra mirada reprochadora de Brenna.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora