El sonido de la puerta abrirse llama la atención de todos, ingresan al aula; la maestra, el canoso director y una chica que nunca había visto por aquí, era imposible no prestarle atención cuando la chica es linda, cabello rubio, ojos azules como el cielo y perfil de inocente. Tiene que ser americana.

«Niña buena» pienso.

—Chicos ella es Brenna Patterson, viene de intercambio desde Canada.

—Espero que le den una buena bienvenida y señor Majid, no queremos una de las suyas —me señala con el dedo el viejo de canas que se hace llamar director, ¿cómo cree que le daré ese tipo acogimiento a la americana?, quizás de otra manera.

—Tal vez no una tan mala. —Recibo una mirada amenazante de su parte.

—Lo juro, no le haré nada que no le guste —mascullo alzando los brazos, provocando la risa de algunos compañeros. La chica nueva buscaba con la mirada un lugar donde sentarse y para mi buena suerte el único asiento libre es a mi lado, ella deja caer su bolso y me da la espalda por una fracción de segundos antes sentarse, segundos que me permiten apreciarla de espaldas a mi.

Aparentemente el día no será tan malo y monótono como siempre. Me pregunto como hizo esta chica para entrar al Sixth Form cuando solo faltan dos meses y medio para que acabe, llevo dos años en esto y ella solo llega en los últimos meses, debe ser muy inteligente, ¿acaso será ella mi competencia? Porque yo soy el mejor de la clase, aunque con un disciplina terrible.

***
Brenna

El sonido insoportable se mi alarma logra despertarme, el ruido tan insistente es espantoso, a quejidos me levanto de la cama, el sonido de la lluvia hace que quiera quedarme en casa todo el día, pero es mi primer día de clases en Haverstock School, es mi último año, así que, tenía que iniciar con buen pie y uniforme muy bien planchando. La falda gris me queda justo arriba de la rodilla, la verdad que es muy cómodo

Mis padres me han enviado a Londres a vivir con mi hermana Jenna, mientras que ellos se quedaron en Canadá trabajando como de costumbre, nunca había tiempo para mí, creo que esa fue la principal razón para enviarme lejos, la verdad, creo que es la única razón.

Encuentro a Jenna en la cocina, sirviendo el desayuno, dejo mi mini mochila bordada con Pom mixto en multicolor rosa, a mi lado en la mesa, mi hermana está muy apurada, camina de un lado a otro frente a mí, así que prácticamente trago mi desayuno antes de salir disparada al auto Hyundai grand color gris de Jenna.

—Puedes venir caminando, tienes suerte que sea tu primer día —dice mi hermana mientras nos subimos al coche, ella sabe que me pierdo con facilidad y que tendrá que llevarme y buscarme en la primera semana de clases. Un chico en moto se le atraviesa a Jenna en el camino, corre como una bala y cruza el semáforo segundos antes de que se ponga en rojo.

—No me dio tiempo a gritarle lo hijo de perra que es. —Ella le hubiera gritado hasta del mal que se iba a morir. Lleva el uniforme de Haverstock School, ¿desde cuándo los estudiantes van en moto a la escuela, seguro debe ser mayor de edad para poder ir a la escuela en moto libremente no?

Los nervios se hicieron presentes a medida que nos acercábamos al nuevo instituto; esto de ser nueva no es para nada lindo porque no sé dónde está nada y no conozco a nadie, soy nueva en la ciudad de igual manera, pero es más fácil con mi hermana allí. Por el momento no me gusta que la escuela este a dos minutos en coche desde casa.

El director de la escuela me entrega mi horario de clases, las actividades programadas durante los pocos meses que estaré aquí y me guía hasta la primera clase del día de hoy, que es una tutoría, para poder entrar tuve que aprobar cuatro exámenes y a partir de mis calificaciones ellos decidieron si podría cursar dos meses y medio de la formación profesional que ellos llaman Sixth Form.

Durante el trayecto silencioso por el pasillo nos encontramos a la maestra a punto de entrar al aula, imitamos su acción y el bullicio que había se esfuma.

Estaba muy nerviosa mientras el director me presentaba, todos tenían su mirada puesta en mí, el hombre a mi lado solo habla y habla, yo solo quiero sentarme y dejar de ser el centro de atención. No preste mucha atención a lo que hablaba con el chico, solo sé que no tuve opción, más que sentarme a su lado. 

Él tenía sus piernas estiradas y los brazos cruzados sobre su pecho, tenía una apariencia dura, pero eso no le quitaba lo lindo, de igual manera no estoy aquí para eso, pero él me está sonriendo con picardía y es casi imposible no verlo.

Froto mis manos sudadas sobre mi falda, sigo estando nerviosa, y más aun sabiendo que el chico Majid tiene su mirada puesta en mí, trato de sonreírle para no parecer una tonta nerviosa, y el con su ceño levemente fruncido muestra una sonrisa de lado.

Me hago la que no sabe que él está observando sin nada de disimulo. Ladeo mi cabeza para mirarlo con atención, lleva el cabello azabache sin peinar, tiene una mirada bañada en miel bastante misteriosa, cejas gruesas, rectas y largas.

—Una foto te durará más, ¿no crees? —Su voz es profunda y ronca, ni hablar del acento inglés tan marcado.

—Tu eres quién me mira —él solo sonríe a medias, y mientras se empuja el cabello hacia atrás vuelve su atención a la maestra.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora