29 · humillación

Start bij het begin
                                    

—Siento que tengan que presenciar esta asquerosidad.

—Las amigas de verdad se apoyan para todo, no es como si fuera la primera vez que te aguanto mientras vomitas —dijo Yeonji sonriendo de lado—. Sé que no es lo mejor de la amistad pero bueno —bromeó haciendo que riera.

—Además no vamos a dejarte sola porque nos dé asco, sería de malas personas.

Negué con la cabeza mientras Yeonji me colocaba la mochila sobre los hombros, me agarré a su brazo y salimos de allí.

El mundo me daba vueltas y eso que solo acababa de pisar el primer escalón para llegar al piso donde se encontraba mi clase. Tenía el estómago revuelto y las náuseas no paraban. Sabía que no aguantaría mucho tiempo sin querer vomitar de nuevo pero intentaba centrarme en todo menos eso. Como por ejemplo, en la sonrisa de Hoseok al verme después de no haber coincidido en todo el día.

—Hola —dijo animado y estuvo a punto de darme un corto beso sobre los labios pero le esquivé. Alzó la ceja ladeando la cabeza.

—Hola, Hoseok —dije como pude, porque cada vez que hablaba sentía que vomitaría de nuevo—, es que...

—Acaba de echarlo todo en el baño.

—Ah, tiene sentido —comentó Hoseok negando la cabeza—, igualmente me hubiera dado igual.

—Pero a mí no, tiene que ser asqueroso para ti —volvió a negar con la cabeza.

—La verdad es que tienes mala cara, ¿por qué no vas a la enfermería? —Acarició mi mejilla con cuidado.

—Por si da las notas el señor Kim —respondí ante su pregunta pero aún así, su expresión de preocupación no desapareció.

—Vamos a intentar ver si puede dárselas rápido, bueno, a ella y a mí y así puedo acompañarla a enfermería —asentí ante sus palabras—. Aunque dudamos que sus padres vengan a buscarla así que... ya he hablado con mi madre para que nos venga a buscar.

—¿Y cómo van a engañar a la de enfermería?

—Le diré que sus padres están de viaje y que los míos se encargarán de ella. Después de todo nuestras familias firmaron un papel en el que dan el permiso de recoger a la otra en caso de emergencia.

—Oh, nuestros padres también lo hicieron, ¿recuerdas, Hoseok? —Dijo Namjoon y este asintió—. Entonces estará todo solucionado.

—Si el señor Kim nos deja, sí, sino, ya le dije que la obligaría a ir de todas formas.

Agaché la cabeza.

—La conozco, sé que no aguantará mucho tiempo las ganas de volver a vomitar.

Hoseok me observó con preocupación antes de que el señor Kim pasara por delante de nosotros. Entramos en clase, cada uno tomando sus respectivos sitios. Incómoda, intenté pensar de nuevo en todo menos en mi dolor de estómago como, por ejemplo, la extraña manía de Yeonji de jugar con el lápiz cuando está nerviosa o la intensidad de mis pies moviéndose para no pensar en nada más que eso.

—Buenos días clase, hoy recibirán las notas de los exámenes.

Mi mejor amiga levantó su mano después de mirarme.

—Señor Kim, buenos días, ¿podría venir a nuestra mesa?

—Lo siento señorita Kim, debo de preparar las cosas para dar las notas, no puedo perder el tiempo —Yeonji chasqueó la lengua observando sus acciones.

—Es urgente —insistió. Él levantó la cabeza para mirarla.

—Entonces dígalo en alto —ella me miró preguntándome entre líneas si no me importaba que lo dijera. Puestos a elegir entre vomitarme delante de todos y que supieran que estaba enferma sin ver una evidencia, prefería la segunda opción.

HOPE ━ j. hoseokWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu