El omega asiente con la mirada baja, sus rosados labios tiemblan al no tener idea si es correcto o no contarle de una vez a su hermano lo que ha pasado en la compañía hace una semana atrás.

—Y-Yo...la verdad es que renuncié, hyung.

Confiesa sintiéndose patético.

—Renuncié hace una semana...y-yo...yo...perdón, no fui fuerte.

Se acurruca contra su pecho cuando lo ha abrazado con cariño para demostrarle que no está solo y no importa que decida lo va a apoyar porque es lo que hacen las familias.

—No tienes que pedir perdón, Jin.

—Pero, les prometí que iba a ser fuerte...ustedes se opusieron a que viva con ellos y les prometí que iba a estar bien...que iba a ser fuerte.

—Jin, nosotros no quisimos que vayas, que firmaras el contrato porque nos aterraba la idea de que vivas con alfas —abraza más el cuerpo de su hermanito—. Sabemos que eres fuerte siempre has sido alguien de carácter difícil —ríe recordando las épocas en donde el omega era un niño.

—Tal vez, sea porque me crié con puros alfas.

—Ah, también lo he pensando.

El alfa traga saliva, quizás sea un poco brusco de su parte preguntar, pero no va a estar tranquilo hasta que su duda se resuelva.

—Jin —su voz sale temblorosa— ¿Acaso renunciaste porque...porque uno de ellos quiso...

—No, no, hyung —interrumpe con los ojos bien abiertos—. No fue por eso, ellos siempre han sido respetuosos conmigo.

Suspira con alivio.

—Renuncié...porque bueno...uno de ellos dijo que no servía para nada y...no lo sé, ya estaba cansado de tratar que me acepten...no pude soportar más —ahora que se escucha se siente peor— ¿Cre-Crees que soy débil, hyung?

—No —contesta con firmeza—. No eres débil por eso, Jin.

—Pero, renuncié.

Bonito —sin duda, su hermanito le falta mucho por crecer—. Ser fuerte no significa aguantar los malos tratos o humillaciones, aquello es dejar tu dignidad de lado y no está bien. Renunciaste por un tema de dignidad, dejar que esos estúpidos, feos, idiotas, ignorantes, repulsivos...

Hyung.

Lo regaña porque se está saliendo del tema.

—Lo siento —aclara su garganta—. Como decía...no renunciaste porque seas débil, al contrario, no debió ser fácil hacerlo...pusiste tu dignidad por encima de todo, creo que fuiste valiente —despeina los cabellos castaños—. No todos prefieren su bienestar, más ustedes que aceptan los maltratos para satisfacer al resto —le sonríe con amor a su pequeño hermano—. Estoy orgulloso de ti, Jin. Tienes que ser firme ante las decisiones que tomes.

El mencionado se sonroja y sonríe un poco, las palabras de su hyung lo han ayudado mucho, la forma de ver su renuncia ha cambiado.

—Gracias, hyung —lo abraza y desprende feromonas de felicidad—. Muchas gracias.

Atina a solo acariciar su espalda.

—No pienses más en ello, bonito —se pone de pie y su lobo se siente orgulloso por haber ayudado al omega—. Las cosas serán mejor. Ya lo verás

Asiente con motivación.

—Mucha suerte en la reunión, hyung.

— ¡Voy a cogerme a esos alfas!

Dice alzando su mano en forma de puño y Jin ríe por la viva actitud de su hermano.

Se pone de pie y está por dirigirse a la cocina para preparar unos pastelitos de vainilla cuando el timbre del departamento suena, frunce el ceño confundido, se supone que para que alguien ingrese el recepcionista debe llamar primero así como pasó con JungKook, por lo que piensa que debe tratarse de un vecino o de su propio hermano.

—Tal vez, se olvido las llaves.

Murmulla para sí girando la manija de la puerta y se queda petrificado al encontrarse con una persona vestida completamente de negro.

—Eh, ¿puedo ayudarlo, señor?

Olfatea ligeramente y su corazón comienza a latir con rapidez por el miedo al reconocer que es un alfa.

— ¿S-Señor?

La capucha de su polera no le permite ver su rostro, traga saliva y aprieta la manija con fuerza al darse cuenta que está sosteniendo una botella de alcohol casi vacía, le dice a su omega que se controle, que no suelte feromonas de temor porque será peor; lentamente, sin que el alfa lo note, comienza a cerrar la puerta y chilla cuando la mano izquierda del contrario le impide cometer su propósito.

—P-Por favor...señor...n-no...

Sus palabras quedan en el aire en el momento que el alfa se abalanza, gime de dolor por el impacto de su espalda contra el suelo y abre los ojos completamente sorprendido cuando la capucha cae hacia atrás y deja al descubierto la identidad del alfa.

— ¿Y-Yoon...

Su sorpresa cambia a terror puro al sentir aquellas pálidas manos alrededor de su cuello apretando con fuerza haciendo que el oxígeno no llegue a sus pulmones y su vista comienza a nublarse.


Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)Where stories live. Discover now