HOPE ━ j. hoseok

9 · salvación II

Me dedicó una pequeña sonrisa cuando le saqué la lengua divertida. Me guiñó el ojo antes de desviar la mirada a unos defensas del otro equipo que parecían arremolinarse a su alrededor. Esperé entonces a nuestra señal secreta mientras sentía un fuerte calor en mi vientre bajo que intenté eliminar en vano puesto que mis hormonas no estaban ayudando lo suficiente. ¿Por qué era así? ¿No podía haberme buscado un novio menos caliente?

Uf, moriría ese día, definitivo.

—¡Soojin! —Parpadeé varias veces para despertar de mi ensoñación y fui consciente de la risita de Hoseok. Rodé los ojos antes de encontrarme con la autora de mi llamada—. Tía estabas en las nubes, ¿eh? —Se burló, con una sonrisa divertida sobre sus labios. Aunque estaba segura de que no era porque creyera que estaba en mis propios pensamientos, sino porque había visto el numerito que nos habíamos montado Hoseok y yo en pocos segundos.

Estaba que me moría de la vergüenza y el calor se había apoderado de mí en un instante.

—Perdona, no me había dado cuenta de que estabas de vuelta —indiqué para restarle importancia. Ella negó con la cabeza mientras sonreía de lado como si quisiera hacerme saber que no le había importado ese hecho—. ¿Estás mejor?

—Sí, se me ha quitado un poco el mareo. No me extraña que sea porque está a punto de venirme la regla —me informó mientras yo hacía un cálculo mental de nuestras reglas que estaban extrañamente conectadas. Y sí, en efecto, quedaban pocos días para que nos viniera—. ¿Alguna novedad?

—Qué va, Hoseok sigue queriendo matar a Junhyun y Namjoon parece que tiene ganas de hacerse el muerto para salir de allí. —Mi mejor amiga rió mientras se apoyaba en la pared junto a mí—. ¿Quieres? —Le ofrecí una bolsa de golosinas que me había dado Namjoon en uno de esos momentos en los que se excusaba para "beber agua".

—La duda ofende —bromeó antes de meter la mano para tomar varias regalices—. ¿Te las ha dado Namjoon? —Asentí ante su pregunta—. Son sus favoritas.

—No lo sabía —indiqué con real desconocimiento. Yeonji sonrió de lado antes de apoyar la cabeza sobre la pared.

Se me hacía tierno que supiera cosas sobre Namjoon cuando al principio se llevaban bastante mal.

Me fijé entonces en ella. Su corto pelo negro liso caía por encima de sus hombros cosa que la hacía verse bastante madura. No hacía mucho que se había deshecho de su larga melena, pero no cabía duda de que le sentaba muy bien ese cambio. Ahora tenían mayor presencia sus ojos con forma de gato color grisáceo que le venían de genética junto a su nariz respingona y sus labios finos y rosados. El contraste de su pelo con su tez blanca provocaba una total esencia abrumadora que te impedía apartar la mirada de ella. Y es que Yeonji era de todo menos fea.

Me dedicó una mirada antes de volver a mirar hacia el frente.

—Hoy veo a Hoseok muy animado a pesar de que este profesor es un total pesado con él —comentó mientras observaba con detenimiento el partido en el que mi novio no dejaba de correr de un lado para otro.

Y no dudaba que fuera por haberle hecho saber por encima la situación que había vivido con mis padres la noche anterior. No había sido demasiado explícita porque sabía que él se enfadaría, pero parecía que lo que sabía era suficiente para querer descargar su energía.

—Hoy tiene una energía admirable —agregué antes de conectar mi mirada con sus preciosos ojos casi azules que siempre lograban atraparme. Estaba segura de que si no fuera porque no tenía dudas de que me gustaban los chicos, me hubiera enamorado de ella sin dudarlo.

Entendía por qué tenía a tantos chicos detrás.

—Por lo menos puede descargarla de alguna manera y no como nosotras que por el machista que tenemos como profesor no podemos hacer nada más que sentarnos aquí y mirar a la nada mientras nos comemos un saludable plato de golosinas recién compradas en el estanco de enfrente del colegio por Kim Namjoon. —No dudé en soltar una fuerte carcajada que la hizo mirarme con detenimiento—. ¿No es verdad?