Estúpida Faelienne [ELDARYA]

Capitulo 14: Imprevisto

— Tu cara dice todo. —sonrió—. He visto en tu mirada mucho respeto y admiración hacia el. ¿Sabes? Cuantos más miedos tengas, más cosas podrás superar.

Quede impresionada ante su intuición, y su cercanía me llegó a conversar con el sobre mi miedo al mar.

El asentía mientras me miraba fijamente, pero me sentía extrañamente cómoda. Me explico las ventajas que tendría perder mi miedo, y poco a poco me convencía.

Al rato, la conversación cambio a algo más personal.

— Entonces... ¿en Eldarya también hay artistas? —pregunté—. Puede parecer una pregunta tonta pero no he oído hablar a nadie del tema.

— Exacto, pero no están reconocidos como en tu mundo. —sonrió—. He oído que en tu mundo hay escuelas especializadas.

— Oh, si. Yo asistía a una, quería ser pintora. Además, por lo que has dicho tenemos unos estilos de dibujo bastantes parecidos.

— Eso veo. Nos gustan ademas de vuestros cuadros, vuestros libros.

— Oh, tenemos novelistas bastantes buenos, aunque yo suelo leer novelas juveniles, como Ciudades de papel.

— Creo que se de lo que hablas. —sonrió y soltó una carcajada al ver mi reacción—. No soy tan mayor, tengo un par de años más que tú.

— Oh... Tengo 19.

— Yo tengo 23, me recalco en lo de un par de años.

✶ 𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪 𝓥𝓪𝓵𝓴𝔂𝓸𝓷  ✶

Tras haber pasado toda la tarde al timón, sumergido en mis oscuros pensamientos, llego la hora de cenar. Pase el timón a Huang Hua, con la intención de buscar a Erika para que viniese a la comida.

La busque primero por los camarotes, después por los lados de los barcos y finalmente la encontré junto al guía, Hore, en la parte trasera.

¿Estos dos llevan allí toda la tarde?

— Vamos a cenar ya. —les interrumpí serio—. ¿Erika, puedes venir?

Ella asintió, y por el rabillo del ojo vi como el guía fruncía una sonrisa burlona, ocultando una risa. Nos hizo una breve reverencia y despareció de nuestra vista.

— ¿Hace falta ser así? —suspiro Erika—. Creí que eras mas maduro.

— Lo sé... —susurre—. ¿Podemos hablar tranquilamente después de la cena? Por favor...

Bajo los ojos y asintió con la cabeza.

— Está bien.

Fuimos en silencio hacía el gran circulo que habían formado, alrededor de un banquete de comida, compuesta por todas las provisiones. Nos sentamos ambos junto a Nevra, Ezarel y Huang Hua. Hore se sentó junto a Leiftan, hablando con el como si se conociesen de toda la vida.