Capitulo 8: Última oportunidad

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¿Que te ha pedido? pregunto.

Nada, solo... cogí aire—. Ayer le di el libro, pero antes de irme me obligo a... a besarle, y bueno, después...

¿Después...?

Me hizo... —tenía tal vergüenza que me era imposible hablar—. No quiero hablar de ello Chrome, pero creo que te haces mas o menos a la idea de lo que es.

Asintió comprendiéndome y se sentó a mi lado.

Por ahora, necesitamos mantenerlo contento... Se que es jodido de admitir, pero es así. Cuanto más contento esté, menos se fijara de los demás.

Es fácil para ti. –dije abrazando mis rodillas—. No eres su juguete sexual.

Lo se, lo siento. —acarició mi brazo—. Ashkore esta interesado en ti, le tienes, básicamente loco. Pero también es una oportunidad para ti.

¿Como?

Sí el te manipula, haz lo mismo.

Chrome.me detuve y analicé sus intenciones— No puedo hacerle eso a Valkyon.

Lo entiendo. —susurró serio—. ¿Pero prefieres que lo mate?

Cerré los labios con fuerza, tenía razón.

Aunque me doliese estar traicionándole, a pesar de que la situación estuviese fuera de mis manos, me dolería más que le ocurriese algo por mi culpa.

Mire a Chrome y me pregunte como es que Ashkore le tenia amenazado. Decidí hacerle caso y intentar sobornarlo, sabía que no iba a ser ni fácil ni rápido, pero, ¿que mas podía hacer?

Me entrego una carta de papel negro, la cuál contenía un pequeño mensaje:

12:00, ventana.

Estaba firmado por A. Tampoco quiso darme mucha información de nuestro próximo encuentro, pero pasar un rato con el me dio el tiempo para tranquilizarme.

Después de esto, pase por la herrería y vi al jefe de la guardiana obsidiana afilando un cuchillo.

¿Puedo pasar? —pregunte dando pequeños golpes a la puerta de metal.

Se giro precipitadamente y yo baje los ojos hacía el suelo, no me atrevía ni a mirarle tras la pelea.

Claro.

Me acerqué y me posé en la mesa de trabajo, observando cómo seguía su tarea. Quedamos en silencio unos instantes hasta que el hablo;

— Lo siento por haberte chillado así.

Da igual, Valkyon, da igual. —susurre—. Fue un desliz.

Abrace su espalda y el tomo mis manos besando la punta de estas.

Val, prométeme algo. —acaricie su piel con mi aliento—. Que me vas a querer a pesar de todo lo que pase.

Te lo prometí el primer día que te vi.

Conseguimos bajar la tensión y volver a la calma. Intenté entretenerme ayudándole con sus tareas y realizar mi vida normal.

Estúpida Faelienne [ELDARYA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora