Andrea entro a la habitación acompañada de una celadora, cuando esta se retiro al dejarla a unos cuantos pasos, ella se aproximo a la puerta y abrió encontrándose con una imagen que nunca pensó en ver, se había preparado para lo peor pero ver a si en esas condiciones a Nuria fuera bastante para ella y de pronto sintió el estomago revuelto, pero trato de controlarse acercándose a ella.
Nuria estaba más blanca que una hoja de papel, sus labios estaba resecos y partidos, tanto que había unas ligeras líneas de sangre en sus labios, estaba muy flaca, demasiado que se le podía notar los huesos, las venas de su cuello se le saltaban al igual que las de sus manos, y con forme se acercaba vio las marcas de aguja que tenia en los brazos, las mismas marcas que le había visto tiempo atrás, no cabía duda de que Nuria se había estado drogando en todo ese tiempo.
Andrea: Nuria...-susurro estando a unos centímetros de ella y cuando esta abrió los ojos Andrea vio que estaban rojos, tal ves por los derrames de sangre que había tenido, como si le doliera estar con los ojos abiertos, los volvió a cerrar.-Para que...para que querías verme?
Nuria: Nunca pensé que morir doliera tanto.-le susurro con apenas un hilo de voz.-Se que te hice mucho daño, que siempre hacia algo para que te sintieras mal, y por eso quise darte la satisfacción de que me vieras así.
Andrea: Para mi no es satisfacción Nuria, no me agrada verte en este estado, aunque tampoco puedo ser hipócrita, no te voy a decir que me duele y que me destroza verte así porque no es lo que realmente siento.
Nuria: Perdóname.-dijo con los ojos cerrados sin embargo sus lagrimas salían y caían por sus mejillas.-Ya no aguanto estar así, a veces quiero morirme de una vez por todas pero no tengo fuerza ni para levantarme. Perdóname por favor.
Andrea: Te perdono Nuria, aunque primero creo que debes perdonarte tu misma, me hiciste mucho daño, pero en estos momentos soy tan feliz que nada me importa, de corazón te perdono y lamento que estés en esta situación.-dijo y Nuria asintió tomándola de la mano.
Nuria: Gracias, no se porque lo hice, pero quería solamente hacer algo bien en lo que me resta de vida. Ya que cometí muchos errores, quise hacer algo bien por primera vez.-dijo y dejo de sujetar la mano de Andrea.
Celadora: Se acabo la visita.-aviso y volvió a salir.
Andrea: Cuídate Nuria, y aunque esto fue sorpresivo para mi, te deseo lo mejor, ojala que si hay vida después de la muerte como muchos dicen, te vaya muy bien, y ya no te equivoques.-dijo y beso la frente de Nuria para después salir...
4 meses después...
La boda se estaba celebrando, para Samuel, Andrea estaba espectacularmente bella con ese vestido color crema con holanes y escote provocador, tenia zapatillas negras que se veian ligeramente ya que el vestido no llevaba hasta el suelo y su cabello estaba amarrado en una coleta francesa que hacia lucir el zafiro que llevaba en el cuello.
Andrea: Te ves guapísimo.-le susurro cuando llego hasta él, quien portaba un traje gris con una corbata roja y una camisa blanca, zapatos negros y tenia una pequeña rosa roja en el saco.
Samuel: Tu también, ya quiero que esto acabe y que estemos en la habitación.
Andrea: Ya pronto.-dijo y comenzó a reír.
La ceremonia comenzó a los pocos minutos, Samuel estaba muy nervioso, a pesar de que ya estaba seguro del amor por Andrea y el tiempo que habían estado compartiendo juntos los nervios aun lo atacaban. El sacerdote pregunto si aceptaba a Andrea por esposa y este la miro con una gran sonrisa seguro de lo que iba a decir.
Samuel: Acepto.-dijo y después se dirigió a ella quien lo miraba con la misma sonrisa.
Andrea: Acepto.
Prometieron amarse, honrarse y obedecerse. Después vino el intercambio de anillos, la lectura del dote que aportaría la novia, y por fin la ceremonia había acabado, culminando con un puede besar a la novia.
Samuel entonces se acerco a ella, la tomo de la cara acariciando sus mejillas suavemente con los pulgares de las manos y se acerco sus labios a los de ella hasta que quedaron unidos. Comenzó a moverlos sutilmente, suave y de una forma delicada, los labios de Samuel de verdad se demoraron en ella, saboreando el sabor dulce, fresco y a fresa de sus labios, hasta que ella comenzó a poner mayor presión e intensidad, volviendo el beso arrollador y pasional.
Latne: Hacen una muy bella pareja.-le susurro a Abram mientras se acariciaba el pequeño vientre de dos meses y veía a Andrea y Samuel besándose.-Ellos se aman mucho.
Abram: Nosotros también cariño, y quien sabe, tal ves nuestra boda sea la siguiente.-dijo y entonces le enseño la cajita negra de terciopelo, abriéndola y dejando atónita a Latne, al ver el anillo con un gran diamante incrustado.-Si en este momento aceptas casarte conmigo. Que me dices cariño?
Latne: Enserio?! Que que digo? Pues que sii tonto!!-dijo con emoción y lo beso con pasión e intensidad.-Es lo que más deseo, te amo, te amo.
Abram: Te encanto cariño a que si?-pregunto y Latne le enseño la lengua.-Pero sabes que es lo mejor que tu también me encantas a mi y ahora también este pequeño que en unos meses se unirá a la familia, los amo.-dijo y la beso con pasión...
Andrea y Samuel llegaron para celebrar con todos la tan esperada boda, Abram comenzó a decir el brindis deseándoles a los novios un prospero matrimonio, después Andrea y Samuel comenzaron a bailar el vals de los novios, para pasar después tanto con Cayetana como con Ignacio, después vino el lanzamiento tanto del ramo quien lo sujeto Latne y casualmente el de la liga lo obtuvo Abram. Después vino la cena y el baile y para finalizar la partida del pastel.
Andrea: Amo que me cargues de esa forma, aunque la otra no me desagrada tampoco.-dijo mientras Samuel la traía en brazos y este se acerco a besarla.
Samuel: Bueno, así es como teníamos que entrar, como marido y mujer.-dijo cerrando la puerta con la punta del piel y Andrea miro la habitación la cual estaba llena de pétalos de rosas y velas.
Andrea: Quien hizo esto?
Samuel: Quien más, te rancherito, ¿Te gusta?
Andrea: Es precioso, de verdad que no dejan de sorprenderme tus múltiples cualidades ranchero, te voy a tener que cuidar mucho.
Samuel: Pues no, porque yo siempre te voy a amar a ti, por sobre todas las cosas.-dijo sonriendo y después la miro un poco más serio.-Gracias por casarte conmigo mi amor, gracias por toda esa fuerza y manera tan peculiar de ver los problemas, por estar siempre conmigo y no te prometo que vamos a estar bien para siempre, pero si hare mi mayor esfuerzo para que dia con dia estemos bien.-dijo y Andrea lo miro con ojos llorosos.
Andrea: Yo nunca me imagine que el amor pudiera ser tan poderoso. Pero en este momento te amo tanto, que hasta siento que me asfixio Samuel, te amo, y yo también podre todo de mi parte para que este matrimonio dure más de tres años.-dijo y el sonrió.-Te prometo que leere muchos libros, consultare muchos videos por internet de como ser una buena madre y buena esposa y los llevare a la practica, la tecnología esta muy avanzada ahora y tratare de ser lo que necesitas.
Samuel la miro detenidamente por unos segundos y después se acerco a besarla con amor y dulzura, desabrochando el vestido de Andrea mientras sus labios se iban amoldando cada vez mejor, haciendo un paréntesis para saborearse y volver con la sincronía. Ambos se iban desprendiendo de su ropa con lentitud mientras se seguían besando y poco después estaban desnudos, besándose y acariciando cada parte de su cuerpo mientras hacían el amor con lentitud y tomándose su tiempo, lo único que querían era que esa noche durara para siempre...
