63.-Juntos

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Después de la platica que tuvieron Samuel y Andrea ambos regresaron a la hacienda de ella, estaba de acuerdo con el en que tenia que conversar con su mamá pero lo haría después, cuando estuviera más tranquila y con menos presiones, ahora le era imposible pensar con claridad, ya que su mente estaba en otro lugar.

Llegaron y le explico la decisión que había tomado tanto a Cayetana como a Ignacio, ambos entendieron y aunque no aceptaron de buena manera que ella se fuera a vivir con Samuel lo aceptaron, también Latne subió a recoger sus cosas ya que había encontrado un buen lugar para vivir en el pueblo y después ella la siguió, mientras Samuel la esperaba abajo y minutos después salieron despidiéndose de Ignacio y Cayetana, mientras Nuria las miraba por la ventana de su habitación.

Andrea: ¿Y estarás bien? Segura?-pregunto mientras iban en el auto de Samuel.

Latne: Claro, tu no te preocupes. Tu ahora enfócate en ti y piensa en todo lo que ha pasado ok? Ademas es un buen lugar y sabes, esta súper económico, con lo que me pago por adelantado Samuel me alcanza para pagar un año de renta puedes creerlo?-dijo sonriendo.

Andrea: Bueno eso ya me deja más tranquila, pero...tu ropa, comida, cena, almuerzo...tus gastos, zapatillas, una mujer gasta mucho me entiendes.

Latne: Claro, soy mujer.-dijo y Andrea sonrió levemente.-No te preocupes sabes que soy muy adelantada, ya tengo las cosas bajo control. Tu relájate Andrea.

Andrea: Bueno...

Latne: Listo Samuel, aquí puedes estacionar el auto.-dijo cuando llegaron al lugar, y Andrea lo miro, para su tranquilidad, si se veía muy elegante.-Bueno...nos vemos, mañana me presento a trabajar.

Andrea: Ahí te espero.-dijo despidiéndose de ella y Latne salió.

Samuel: Quieres que nos quedemos otro ratito más?

Andrea: No, se que estará bien, vámonos.-dijo y lo miro tomando su mano...

Cuando llegaron a la hacienda Samuel la ayudo a bajar todo el equipaje que había traído y después unos empleados lo ayudaron a subirlo mientras ellos se adelantaban a la habitación. A decir verdad Samuel estaba algo nervioso, no sabia si le iba gustar o no a Andrea estar ahí, pero por lo menos ya se había esforzado por que la casa se sintiera más cómoda para ella. Y ordeno a los empleados obedecer en todo lo que ella pidiera.

Samuel: Todo bien?-pregunto tratando de no seguir tan incomodo y Andrea asintió mirándolo y se acerco a besar su mejilla, echando sus brazos alrededor de su cuello.

Andrea: Perdón.

Samuel: ¿Por?

Andrea: Por lo que dije hace un momento, me sentí tan mal con todo lo que me entere que comencé a decir cosas que no quería decir.-dijo y el sonrió.-No me detuve a pesar en nosotros, dije que quería estar muerta pero no es así, no quiero estar en otro lugar donde no estés tu.

Samuel: Yo te entiendo.-dijo poniendo un poco de cabello detrás de la oreja.-No te preocupes por nada, se que no estabas bien y que solo querías desahogarte, además...yo jamás dejaría que te fueras. 

Andrea: Me alegro. Porque yo tampoco quiero irme de tu lado.-dijo y el se acerco a besarla.

Andrea soltó un suspiro cuando los labios de Samuel apresaron los suyos, no fue un beso como el que acostumbraba a darle, este era más bien, tierno, suave, como si temiera hacerle daño, tal ves quería reconfortarla, pero ella no necesitaba tanta dulzura en esos momentos, necesitaba olvidarse de todo,  así que llevo sus manos al cuello de Samuel y profundizó el beso. El comenzó a besarla, rodeando la lengua despacio con la suya, y Andrea tuvo la impresión de que estaba haciendo verdaderos esfuerzos por ser delicado, ya que las caricias que ella le estaba dando lo estaban haciendo perder la cordura y ella también la estaba perdiendo pero no quería ir más allá, no ahora.

Andrea: Te amo.-susurro cuando se separo de él, y este apoyo la frente en la suya cerrando los ojos.

Samuel: Yo también, más de lo que te imaginas. ¿Quieres cenar?

Andrea: Desfallezco de hambre.-dijo y el sonrió volviéndola a besar.

Samuel: Vamos.-dijo y bajaron al comedor en donde Rosa ya los esperaba terminando apenas de poner la mesa, miro a Andrea cuando esta bajo y le dibujo una leve sonrisa, lo que hizo que Andrea frunciera el ceño.

Andrea: Que se trae? Me sonrió.-susurro cuando Rosa se metio a la cocina, y Samuel sonrió.

Samuel: Nada, le dije que tratara de llevarse bien contigo, eso es todo. No te preocupes que no tendrás menor problema.

Andrea: ¿La despedirás si me trata mal?-pregunto sonriendo y el la miro.

Samuel: Así me quede sin un solo empleado, correré a todo el que te haga un mal gesto siquiera. No permitiré que nadie te trate mal. Eso si, no te aproveches de eso Andrea.

Andrea: ¿Yo? Me hablas como si fuera la mala del cuento, además ahora no estoy como para querer hacerle la vida imposible a los demás.

Samuel: Muy bien.-dijo y la beso mientras Rosa llegaba con la comida y ambos comenzaron a cenar...



Latne llego a su departamento comenzando a desempacar todo, aunque suspiro cuando vio lo grande que era, no le agradaba para nada quedarse en un lugar tan grande, se sentía sola, pero igual ya se iba acostumbrar, además era el mejor que había encontrado en ese pueblo.

Latne: Voy!-grito cuando escucho que tocaban la puerta, aunque en realidad no había pedido nada, ni esperaba visitas, y cuando abrió la sonrisa que tenia se desvaneció.-Tiene que se una broma.

Abram: No, ninguna broma, como me corriste en la tarde, dije, bien me espero hasta que salga y no me equivoque, ya que gracias a esperarte vi donde te estas quedando.-dijo sonriendo mientras pasaba con una bolsa de comida.

Latne: Oiga, pero...yo no lo eh invitado a pasar!

Abram: Igual lo ibas hacer.-dijo alzándose de hombros, y comenzó a sacar la comida de la bolsa.-No creo que seas tan descortés, por lo menos no te ves, así que quise ahorrarnos tiempo mi amor.

Latne: Es usted insoportable, ¿Nunca va a dejar de molestarme?

Abram: Pues...la noche estaba llena de tus encantos y quise venir a compartirlos contigo.

Latne: No quiero volver a verlo en mi vida.-dijo seria y el sonrió.

Abram: ¿Te gusta el pollo?-pregunto y Latne muy a su pesar asintió.-Que bien, a mi también, una cosa en común aparte de nuestro amor, mi vida.

Latne: Yo no lo amo.-dijo y el se alzo de hombros, despreocupado.

Abram: Me amaras, no te preocupes.

Latne: Haber, porque no acabamos con esto. Porque no acepta que solo me persigue porque quiere acostarse conmigo. Porque solo quiere llevarme a la cama y seguro después de eso me dejara como lo ha echo con tantas.-dijo y el la miro por primera ves serio y después sonrió.

Abram: Yo nunca he negado que me quiero acostar contigo, y si, siendo honesto es lo que más deseo en el mundo-dijo y ella le soltó una bofetada.-Auch! Pero no se me ponga intensa, debe de estar contenta, agradecida.

Latne: Agradecida yo!?

Abram: Claro que si, tu eres hermosa, linda, con un cuerpo magnifico, caderas exquisitas, piernas largas, y estoy seguro que guardas mucho más atributos debajo de esta ropita.-susurro cerca de su cuello mientras posaba las manos en la cadera de Latne.-Seria un pecado no desearte. Además hueles exquisito lindura.

Latne: Suélteme cínico.-susurro casi sin vos y este negó mirándola a los ojos.-¿No?

Abram: No.-dijo sonriendo.-Un buen depredador nunca suelta a su presa.-susurro cerca de sus labios y la beso...

INDIFERENTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora