Andrea se sentía la mujer más feliz del mundo, pero también sentía cierto temor, había tenido varios novios antes, pero ninguno por el que se sintiera tan bien como se sentía con Samuel, y eso la asustaba, ahora ya sabia que la quería pero aun tenia miedo de que él un dia de estos se pudiera arrepentir de lo que sentía por ella, y terminara dejándola, eso seria algo que no podría soportar. "Vamos Andrea, este es tu dia, solo disfruta, Samuel no es igual a todos y tu lo sabes" pensó mientras se separaban unos segundos, volviéndose a besar.
Para Samuel, el hecho de que Andrea hubiera aceptado tener algo serio con él había significado más que cualquier cosa en la vida, mientras la besaba podía notar el corazón martillándole a toda prisa, su respiración estaba agitada y sentía que los pulmones en cualquier momento le explotarían ante el beso en el cual los dos estaban fundidos.
Samuel: Mi amor...que felicidad.-susurro con una gran sonrisa, mientras besaba su cuello y sintió como ella lo estrechaba más.-Gracias, por darnos una oportunidad, te prometo que no te fallare.
Andrea: Eso espero ranchero, porque esta ves no voy a tener compasión de ti, tu solo serás mío, solo mío lo quieras o no.-dijo abrazándolo e Ignacio se acerco a ellos.
Ignacio: Me da gusto que te portaras así de esta manera con mi hija, eso demuestra la clase de hombre que eres y se que la harás muy feliz, por lo menos eso espero sino te la veras conmigo.-dijo algo más serio y Andrea comenzó a reír.
Andrea: Doble amenaza ranchero, y ahí viene mi mami, prepárate para una triple amenaza, y después Petra...no rancherito, ósea más te vale no hacerme nada o te envió a mi batallón completo ¿ok?.-dijo y Samuel comenzó a reír dándole un dulce beso en los labios.
Cayetana: Ya veo que se quieren mucho, lo note desde que los vi besándose en la fiesta. Aunque su amor es extraño, minutos antes casi se matan en la pista.
Andrea: Este así es nuestro amor mami, amor apache.
Samuel: Señora yo quiero darle las gracias por ayudarme al hacer todo esto, no había podido organizarle esto a Andrea, sino hubiera sido por usted, así que sinceramente se lo agradezco y estoy en deuda.
Andrea: Ay ya, que dramatismo, Samuel tu no le debes nada a mi mamá porque ella me ama y por eso te ayudo verdad mami?-pregunto y Cayetana sonrió.
Cayetana: Si, eso es verdad Samuel, tu no me debes nada, soy yo la que quiero agradecerte por este detalle que tuviste con mi hija y espero que la hagas muy feliz, se lo merece aunque también tenle un poco de paciencia.
Andrea: Oigan y Nuria donde esta? Quiero restregarle en la cara lo que mi ranchero organizo por mi.-dijo mirando por todos lados y su mamá meneo la cabeza.
Cayetana: ¿Ya vas?
Andrea: Ay que...acaso no hace ella lo mismo? Haber tu...-le dijo a una empleada.-Avísale a mi hermana que la estamos esperando en el comedor que no sea tan maleducada y baje.
Empleada: Si señorita Andrea, permiso.
Ignacio: Bueno ya, vamos a pasar al comedor.
Petra: Me alegro que por fin se hayan abierto a intentar algo serio, ya les hacia falta.
Andrea: Y lo que nos falta por abrir.-dijo y Samuel comenzó a toser.
Petra: ¡Andrea!
Andrea: ¡¿Que?!-dijo comenzando a reír.-Ósea yo no estaba pensando en nada malo, ustedes son los sucios pervertidos...
Bruno: Andrea, Nuria ya viene, pero déjame a mi felicitarte.-dijo llegando hasta a ellos y Andrea frunció el ceño mientras la abrazaba, mirando después a Samuel que de un momento a otro se puso serio.
