48.-¡Te amo! No me dejes

3.1K 226 47
                                    

Petra: ¿Entonces la piensas dejar?-pregunto y Andrea sintió un nudo en el estomago, de pronto sintió que se le revolvía el estomago mientras sus lagrimas comenzaban a aparecer, y un dolor en su pecho evito que siguiera respirando con normalidad.

Sin esperar más se fue hacia su cuarto subiendo las escaleras a toda prisa, no quería escuchar la respuesta de Samuel ¿Para que? Si ya la sabia, con oír sus palabras llenas de decepción sabia lo que él iba a decir, él ya no quería saber nada de ella, y si era así entonces ella tampoco quería saber nada de él...

Samuel: No...no quiero que lo nuestro acabe, Petra...yo no había sentido esto por nadie, ni siquiera por Nuria no llegue a sentir ni lo mínimo por lo que siento por ella, pero tampoco quiero andar sufriendo, y ya le deje a ella la libertad de decidir que pasara con nosotros, seguro con lo orgullosa que es, mandara todo al diablo.

Petra: Entonces no la dejes que decida Samuel, esto es una relación de dos, y ambos tienen que tomar las decisiones, no solamente ella o solamente tu, mira, además creo que estas tomando las cosas demasiado deprisa, como le dices que quieres que vivan juntos sin proponerle algo más formal, como un compromiso, o matrimonio.

Samuel: Petra por Dios, si apenas acepta que me ama tu crees que va a querer casarse conmigo?

Petra: Samuel, tal ves tu te dejes guiar por las apariencias, pero Andrea es mucho más romántica y frágil de lo que en realidad aparenta, ella siempre soñó con casarse, con tener hijos, con formar una familia. Con que un hombre, o el amor de su vida como decía ella...le llevara flores, serenata, le mandara cartas...

Samuel: ¿De verdad? Pero yo creía que...no le gustaba nada de eso, siempre cuando platicamos o salimos siempre demuestra que le gustan las cosas materiales, me pide que le compre joyas, regalos caros, y pensé que era más a lo material, por eso cuando le regalo algo trato de que se vea hermoso y no se vea muy sencillo.

Petra: Pues no lo es, es mucho más sencilla de lo que parece.-dijo y lo miro haciendo una pausa.-Samuel, si de verdad la quieres, no la dejes ir, no hagas que esto fracase, y lucha por ella, se que te ama por que me lo ha dicho, solo que se siente insegura.

Samuel: Si, tienes razón.-dijo dibujando una leve sonrisa.-No dejare que se aparte de mi lado, crees que este en su habitación?

Petra: No, creo que no, bueno yo no la he visto por la casa.

Samuel: Esta bien, entonces iré a buscarla.-dijo sonriendo y agarro las manos de Petra para besarlas.-Gracias nana.

Petra: De nada, y ya dejen de ser tan tontos los dos.

Samuel: Tratare.-dijo sonriendo y salió...

Andrea miro como Samuel se iba y no entendía como es que estaba tan feliz cuando pensaba en dejarla, aunque si, claro que lo sabia, se iba por fin a librar de una mujer como ella ¿Por qué no estaría feliz? "Maldición, lo he echado todo a perder, tenia algo maravilloso, y solo comienzo a valorarlo ahora que lo he perdido, las posibilidades de encontrar a alguien que me aguante más que él, son realmente nulas" pensó mientras lo veía partir y contuvo la respiración cuando sus lagrimas comenzaron a salir.

"El rancherito ya no me quiere, todo es mi culpa, y eso duele..." .Noto como a pesar de sus esfuerzos su labio inferior comenzaba a temblarle, sentía un fuerte dolor en el pecho, algo que nunca había sentido, y más lagrimas salieron de sus ojos, ya no tenia ganas de retenerlas como tantas veces lo hizo, y sin hacer ningún esfuerzo comenzó a llorar.

Andrea: Vamos Andrea, no puedes dejar ir a tu único amor, al único hombre capaz de aguantarte, tienes que luchar por el, tienes que demostrarle que lo quieres...¿Pero como? Y ahora estas hablando sola como una loca.-dijo limpiando sus lagrimas y se levanto.-Necesito pensar, pensar bien lo que hare.-susurro y después bajo para que le ensillaran un caballo...

Samuel ya la había buscado por todas partes, reviso los campos para ver si montaba, fue al lago, regreso a la hacienda para ver si estaba ahí, pero nada, no había rastro de ella, y sin otra opción decidió regresar a la hacienda y esperarla ahí hasta que apareciera, necesitaba hablar con ella, convencerla de que lo suyo tenia futuro, necesitaba pedirle perdón por ser tan apresurado, y por decirle las cosas tan secamente, pero al igual que ella, estos asuntos a él le costaban trabajo, el solo decía lo que sentía, y de la manera que le salía, nunca había tenido una relación y no sabia nada del amor más que, el corazón se precipitaba al ver a la persona amada, como el suyo ahora que la veía cabalgar hacia él, y se detuvo cuando lo vio, mirándolo seria mientras se acercaba más despacio. 

Samuel: Te he estado buscando.-dijo sonriendo al verla bajar, quería mostrarse serio, pero era imposible teniéndola cerca.-Necesitamos hablar.

Andrea: Te pedí todo el día de hoy para...

Samuel: Lo se, pero quiero hablar contigo de una ves por todas, quiero arreglar esto hoy.-dijo y ella lo miro con algo de tristeza, respirando profundamente cuando sintió de nuevo un nudo en la garganta "¡Oh por todos los dioses, el va a terminar conmigo!"

Andrea: Samuel antes que nada, antes de que digas eso que tienes que decir, necesito hablar contigo, quiero ser yo la que primero hable ¿si?.-dijo mirándolo y este asintió de mala gana.

Samuel: Andrea mira...

Andrea: Por favor...Déjame si? Si después de todo lo que diré no cambias de opinión, lo respeto, pero dame esa oportunidad.-dijo y el la miro con el ceño fruncido.

Samuel: Bien.-dijo y ella suspiro cerrando los ojos.

Andrea: Mira...se que si, en toda mi vida, a cada segundo tiendo a perder la cabeza.-dijo con un nudo en la garganta mientras sus lagrimas comenzaban a aparecer.-Se que soy insoportable, irritable, caprichosa, que soy una mujer que no sabe ni siquiera lo que realmente quiere, que no se me tolera, que soy indiferente, y que...que aparento que nada me importa y nada me interesa, bueno tengo todos los defectos de mundo!, pero eso no es así no del todo, Samuel .-dijo dejando caer algunas lagrimas.-Samuel...esto me importa de verdad, y si soy indiferente, es porque a veces no se como llevarlo, he aprendido a vivir así desde que era pequeña, la indiferencia me ayudo a que no me hicieran más daño del que ya me han echo, a ser fuerte, hacerme creer que no me importaba fue la mejor manera que yo tuve para evitar que los problemas me afectaran.

Samuel: Andrea..-susurro sintiendo que su corazón se encogía al verla así de mal, y levanto una mano tratando de limpiar sus lagrimas pero ella la estrecho entre sus manos.

Andrea: Samuel yo te amo. Te amo con toda el alma, me gustas de pies a cabeza, no solo por fuera sino también por dentro, y mi amor por ti es tan grande que a veces siento que me asfixio, por favor no me dejes...dame una oportunidad, una sola para demostrarte que esto vale la pena, déjame demostrarte que puedo cambiar, y que todo esto no ha sido en vano.-sollozo y beso su mano con ternura mientras cerraba los ojos dejando caer sus lagrimas, pero sintió como Samuel le alzo la barbilla comenzando a limpiar las lagrimas que caían por sus mejillas, para después abrazarla con fuerza mientras ella se derrumbaba sobre sus brazos comenzando a llorar sin importarle nada más.-No me dejes Samuel...por favor no lo hagas...

INDIFERENTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora