Andrea estaba hablando por teléfono con Latne, tenia muchas ganas de saber como estaba su mejor amiga que según le contaba ya se iba a regresar con su familia, y se marcharía de ahí en unas semanas, también le conto que había comenzado una relación con un tipo que según contaba era muy buena persona y él indicado, aunque para su amiga todo hombre que le hablaba bonito era el indicado.
Andrea: Me alegra que estas bien Latne y que te este yendo bien por allá.-dijo sonriendo.
Latne: Gracias, y...dime no preguntaras por Bruno?-le dijo y Andrea sintió un hueco en el estomago.
Andrea: No, supongo que estará muy feliz con mi hermana, paseándose y besándose con ella por cada rincón del colegio no?-pregunto y hubo un largo silencio.-Acerté? Woo y ahora que yo no quería, que justa es a vida.
Latne: Es un idiota, pero lo vi mal los primeros días que te fuiste.
Andrea: Latne ¿Crees que esta platica me esta ayudando?-pregunto algo molesta y su amiga comenzó a reír.
Latne: Supongo que no, lo lamento. Oye te dejo, llego mi osito.-dijo y Andrea comenzó a reír.-No te atrevas a decir nada Andrea del junco. Este si lo vieras esta todo pachoncito, parece osito cariñosito...
Andrea: Lo supongo, pero bueno me prohibiste decir algo que pueda ofenderlo así que tengo que colgar bye.-dijo y después colgó para ir salir a cambiarse e ir a montar un rato, puede que no conociera el lugar bien, pero el lago a donde siempre iba de pequeña no podía haber cambiado, y dado a que estaba muy cerca de la hacienda estaba segura que no se perdería.
Andrea: Apolo!-grito a un trabajador que pasaba cerca y este la miro.-Podrías ensillarme un caballo, necesito salir a montar.
Empleado: Soy Lucas señorita.
Andrea: Ahaa bueno Apolo, lucas, lo que seas, has lo que te pedí...por favor-dijo algo insegura de lo que decía pero el empleado asintió sonriendo y se fue.
Petra: Mi niña como sigues?-pregunto mientras llegaba con una bolsa de verdura y otra de frutas y azucares.-Vas a montar cierto? Por eso te vestiste asi.
Andrea: Si, quiero ir al lago, siempre me ha gustado ir a ese lugar y lo vi conveniente además no me pasara nada nana te lo juro, voy, me baño, salgo, me vuelvo a vestir y listo me regreso aquí de nuevo, no pasa nada.-dijo mientras traían al caballo y se subió en el.-Te quiero nanita hermosa, y adiós...
Samuel estaba llegando a la hacienda del Junco, cuando vio a Andrea irse montada en el caballo, ella no lo vio ya que se fue de espaldas a él, pero el si logro verla, aunque fuera de espaldas, después vio que Petra entraba a la casa y el estaciono el auto en el que iba.
Samuel: Hola Petra hermosa.-dijo cuando ella se disponía a meterse a la cocina y sonrió al verlo.-Permíteme te ayudo.-dijo quitándole las bolsas y fueron hasta la cocina.
Petra: ¿Qué haces aquí mi niño?-pregunto cuando se sento y comenzó a sacar las cosas.
Samuel: Bueno, la feria de ganado esta próxima a llegar al pueblo, y quería participar pero, quería pedirle consejos a donde Ignacio ya que él tiene más experiencia en esto, solo que supongo que no esta.
Petra: No salió con la señora Cayetana, y la señorita Andrea se acaba de ir.
Samuel: Si, la vi que se fue con su caballo, espero que no la deje botada, con esa mala suerte que se carga la señorita en estos momentos...seria una pena.-dijo divertido.
Petra: No lo creo se fue al lago, y lo bueno es que siempre estas tu para ayudarla, no te parece que coincidencia más grande, en los dos casos has sido tu el que la trae de regreso. Creo que el destino quiere que estén juntos.-dijo sonriendo y él negó.
Samuel: La señorita Andrea jamás se fijaría en mi, ni siquiera sabiendo que tengo dinero, ya que al parecer es lo único que le importa en un hombre, el dinero y el buen prestigio.
Petra: No digas eso, mi niña no es así.
Samuel: ¿Qué no? De niña si un niño le regalaba un chicle y otro una paleta enorme se iba a jugar con el niño que le regalaba la paleta, desde pequeña ha sido una mujercita interesada y llena de prejuicios, y la verdad no me gustan las mujeres interesadas.-dijo molesto.
Petra: Pues yo te puedo asegurar que Andrea no es así, pero bueno.
Samuel: Me tengo que ir Petra, pero posiblemente me veas por aquí esta semana que viene, yo me encargare de la casa que quiere construir el señor Ignacio.-dijo sonriendo y Petra lo abrazo.
Petra: Que bueno mi niño.
Samuel: Gracias, ahora si, adiós.-dijo besando su mejilla y salió.
Salió de la casa y se subió al auto, dispuesto a irse de ahí y marcar a su amigo para que se citaran en un lugar, tenia que hablar con alguien y sabia que Abram lo podía ayudar, pero se acordó de lo que dijo Petra con respecto a donde había ido Andrea, "No, no Samuel, tu para que quieres ir a ese lugar, tienes mejores cosas que hacer" pensó negando con la cabeza, pero fueron más sus deseos de ir. "Esta bien, solo un momento y ya, solo hablaras con ella y le preguntaras como esta de sus pies" se dijo y comenzó a manejar hasta ese lugar.
Llego a donde estaba el lago, estacionando su auto ahí y comenzó a bajar a donde quedaba el lago, mirando el caballo de Andrea y después su ropa, quería acercarse más pero ella no se veía por ningún lado, hasta que por fin salió del otro lado de espalda a él y como si se sintiera que estuviera haciendo algo malo se escondió detrás de unos arbustos.
Después la vio nadar otra ves hacia la orilla en donde estaba él, la vio salir, y se quedo sin palabras, sintiendo como el corazón comenzaba a latirle con rapidez "Dios...pero que se hizo esta mujer" pensó al mirarla salir mientras pasaba las manos por su cabello, ella llevaba un conjunto de ropa interior roja tan pequeño que sintió que se le secaban los labios solo de verla y dado a que se pegaba a su cuerpo por el echo de estar mojado, no le ayudaba en nada a cubrir su cuerpo. Vio como ella comenzaba a hablar con el caballo, "Tu no puedes estar haciendo esto samuel, esta mal" pensó pero al quererse levantar para irse piso una de las ramas que estaban ahí y volteo para encontrarse con la mirada de Andrea, escondiéndose de nuevo entre los arbustos con rapidez.
Samuel: No puede ser...no puede ser, me abra visto? Si es así estoy frito-susurro rogando para que ella no lo hubiera visto y cuando volteo hacia donde estaba Andrea, ella ya no estaba en ese lugar.-Y ahora donde esta...
Andrea: Rancherito!-grito detrás de él y este cayo de espaldas quedando al descubierto, mientras ella sonreía poniendo sus manos en su cintura.-Así que espiándome mientras nado en ropa interior...no, no, no eres un cusco rancherito...
