Andrea entro a la habitación mientras cargaba al pequeño en brazos, venia acompañada de Samuel quien llevaba al otro pequeño y cargaba las cosas de los bebes en uno de los hombros, cuando los dos entraron Andrea se quedo paralizada al ver la sorpresa que le esperaba en la habitación. Estaba decorada con juguetes y cosas para bebes, la cuna era de madrea pulida color café, lo suficientemente grande para que los dos pequeños estuvieran cómodos, las paredes pintadas una parte de color azul y una de color rosa y en la parte de al final se encontraban diferentes animales plasmados en la pared.
Andrea: ¿Qué le paso a nuestra habitación?-pregunto sin saber muy bien como reaccionar aunque sentía una gran emoción.
Samuel: Nuestra habitación ya no.-dijo sonriendo y se acerco a besarla.-Ahora será la habitación de nuestros hijos, ¿Que te parece los cambios que hice?
Andrea: ¿La habitación de los niños? Y donde se supone que vamos a dormir nosotros?-pregunto aun algo desconcertada.
Samuel: Tenemos millones de habitaciones amor. Dormiremos en una de huéspedes o en la que te parezca mejor. Ahora ¿Qué te pareció?-pregunto con insistencia y Andrea sonrió.
Andrea: Creo que esta de más preguntar eso Samuel, esta divina, me encantan y creo que a nuestros hijos les fascinara, aunque aun no puedo creer que les dieras la habitación principal pero creo que podre con eso.
Samuel: Menos mal, eso era lo que me preocupaba, creía que te iba a molestar que ocupara nuestra habitación para los niños, pero entiende que ellos se merecen lo mejor.-dijo y ella sonrió mientras asentía.
Andrea: Pues me sorprendí un poco, aun estoy algo sorprendida pero me parece bien que quieras tanto a nuestros hijos, eso si no los consentirás mucho porque luego se pondrán como yo y para que queremos dolores de cabeza.-dijo y Samuel sonrió.
Samuel: A mi me encantarían que fueran como tu, hasta en tu carácter medio difícil, más mi pequeña, así yo no tendría de que preocuparme por que se le acerquen hombres a quererla pervertir.-dijo y Andrea comenzó a reír.
Andrea: Eres muy malo conmigo ranchero, quieres que saque mi carácter solo para que sea insoportable y nadie se le acerque. Pero sabes que? Creo que con su belleza el carácter es lo que menos le importa a los hombres o si?
Samuel: Ya no sigas Andrea.-le advirtió mientras colocaba a la pequeña en la cuna y Andrea se echo a reír.
Andrea: Igual cuando tenga 16 comenzare a hablarle de los diferentes métodos anticonceptivos, le enseñare a pintarse, y le daré consejos cuando alguien le guste...y ni te imaginas que consejos le daré rancherito...-dijo antes de que los labios de Samuel se unieran a los suyos y ella sonrió aun teniendo al niño entre sus brazos.
Samuel: Ya no sigas.-sentencio y le quito al pequeño para acomodarlo junto a su hermana.-¿Nos vamos a la cama?
Andrea: Vamos...
Abram y Latne estaban saliendo de la clínica en donde habían decidido para hacer el procedimiento de la inseminación artificial en la cual los dos estaban dispuestos a que se hiciera, aunque al principio Latne había tenido sus dudas con respecto a adoptar o quedar embarazada por ese medio, Andrea la convenció de que lo mejor era practicarse la inseminación, ya que así ella cumpliría su sueño se sentirse madre y al preguntárselo a Abram le encanto que no pusiera ninguna objeción.
Abram: Nerviosa cariño?-pregunto mientras entraban al auto y ella asintió.-No te preocupes sabes que puedes contar conmigo y esta es la mejor clínica con respecto a eso, yo nunca te pondría en manos equivocadas amor.
Latne: Lo se, pero...tu de verdad quieres esto? Es decir no te importa que yo tenga un hijo de otro hombre?-pregunto y el la miro por unos instantes pero después sonrió negando.
