No puedo creer que mi padre me haya dejado. Me ha protegido desde que era una bebé, lo ha hecho hasta su último suspiro y no dudo que seguirá haciéndolo desde el cielo. Me siento culpable al saber que si mi decisión hubiera sido otra y si hubiera seguido siendo víctima de mi madre, quizás nada de esto estaría pasando. Pero creo firmemente que todos nacemos con un propósito en la vida, creo que todos nos vamos del mundo cuando ya los cumplimos, dejando vacío y dolor pero habiendo cumplido la misión. La misión de mi padre fue definitivamente hacer mi suplicio más a menas.

Dejo una rosa blanca justo frente a otras rosas blancas que seguro había traído mi hermano. Me muevo tan solo unos pasos para dar con la otra lápida, aquel lugar donde yace mi pequeño no nacido. No puedo evitar que las lágrimas caigan sin control por mis mejillas. Aunque sea una tumba simbólica no puedo evitar pensar en que pudo haber sido y eso provoca que más lágrimas caigan. Me pongo en cuclillas para ver la descripción.

Pequeño Wells, que Dios te tenga en la gloria junto a los tuyos, los ángeles.

Me sobresalto al sentir una mano en mi hombro, me giro de inmediato con los ojos bien abiertos, pero me tranquilizo al ver Stefan con Cameron en brazos.

— Somos nosotros —murmura agachándose junto a mí. He estado así desde que salí del hospital, alerta, con constante miedo y eso no me gusta. Mi hermano bromea con que soy una gata, con siete vidas y que no debo preocuparme, aun me quedan cinco vidas más.

— ¿Qué crees que hubiera sido? —murmuro acariciando el pequeño muro blanco.

— No importa si hubiera sido niño o niña, hubiera tenido nuestro amor de todas formas. No importa si hubiera sido niño o niña, Cameron de todas formas es un hermano mayor. No importa nada mi amor, porque de todas formas es nuestro pequeño ángel —siento un beso en mi frente y sus nudillos quitar todo rastro de lágrima de mi piel.

— Lo lamento tanto —sollozo en su pecho. Sus brazos me aprietan más a él mientras escucho lo sé, mi vida, yo también.

Creo que las personas se van cuando su misión está completa. Sólo espero que la pérdida de mi padre, mi primer héroe y el primer ser humano que mis ojos vieron, valga la pena. Lo mismo con ese niño que nunca veré, que es fruto de nuestro amor y que ahora simplemente nos cuida desde arriba junto a su abuelo.

Levanto la cabeza hacia el cielo. Papá, cuida de tu pequeño nieto.

Stefan me guía al auto y emprende camino vaya a saber a dónde. La música clásica suena de fondo y en mi mente solo pasan momentos vividos con mi padre. Como cuando le hablé por primera vez de Stefan.

Chiquita, no dejes de reír por miedo a llorar, no dejes de correr por miedo a caer, no dejes de amar por miedo a sufrir. No dejes que el miedo impida que vivas la vida que te mereces. ¡Por Dios, jamás me has presentado a un hombre! —Reímos, ambos sabemos que es cierto pero solo yo sé el motivo—. La vida fue hecha para arriesgarse, aprende de tus errores y vuelve a levantarte, chiquita. ¿Peligras de enamorarte y salir lastimada? Sí, el peligro es real pero el miedo es una opción.

— ¿Y si todo sale mal?

Sonríe de lado, mirándome con ternura—. La vida es un constante andar hacia adelante.

Sin darse cuenta en ese momento, dejó una de las mejores enseñanzas que un padre podría dar a su hija. Me enseñó a vivir.

Volteo mi cabeza hacia un costado para observar a Stefan y sonrío ante otro recuerdo.

— No es precisamente el tipo de hombre que imaginé para mi bebé pero no seré yo quien juzgue a ese muchacho. Si hace feliz a mi chiquita, ya me ha ganado —acaricia mi mejilla y sonríe—. Siempre quisiste un príncipe azul, dime ¿él lo es?

Sonrío, entendiendo su pregunta capciosa—. Me enamoré de alguien completamente opuesto a lo que siempre idealicé... y no me arrepiento, papá.

El sonríe orgulloso por mis palabras, como si hubiera esperado esa respuesta.

Y decido recordarlo así.

— ¿Te gusta lo que ves? —sonríe sin quitar la vista del camino.

— Te amo —susurro.

Stefan voltea levemente a verme y me devuelve la sonrisa. Toma mi mano y besa mis nudillos. 

___________________

No se olviden de votar y/o comentar, ayuda mucho.

Les dejo mis redes:

Les saluda, Sunshine

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Les saluda, Sunshine.

Mi Dulce Destrucción |  Próximamente En Físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora