Capítulo 36

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El camino fue ligeramente corto con la charla de Stefan, que me contaba las nuevas noticas sobre sus peleas. Sigo sin ser fan del boxeo pero voy a apoyarlo en sus sueños, en lo que le gusta, en lo que es bueno. Él ha estado presente en las últimas presentaciones que tuve, aplaudiendo entre el público y disfrutando conmigo en casa, en las largas noches de películas y risas. Es mi compañero, más que eso, es mi amor.

— ¡Charlotte! —chilla la pequeña hermanastra de mi novio, corriendo fuera de la casa.

Bajo del auto y me agacho para recibir a adorable castaña, deja un beso en mi mejilla y corre de nuevo dentro de la casa.

— Es hora —Stefan sonríe y besa mis labios.

Entramos y enseguida nos aborda mi rubia mejor amiga, sonriente y abogando que será la madrina de nuestra boda, cosa que me dejó bastante nerviosa.

En la cena, Josh me confesaba su indiscutible amor por mí mientras mi amiga, golpeaba su cabeza en correctivo. Mery, la hermana de mi novio, contaba las travesuras que hacíamos con su hija en la escuela de danza y en preescolar, asegurando que rompíamos muchos corazones. Mientas tanto, el abuelo se mantuvo callado toda la noche luego de darnos la bienvenida.

— Ayudo —digo poniéndome de pie para juntar la mesa, pero Mery me lo impide.

— Eres la invitada, claro que no —dice mi amiga, guiñándome un ojo y siguiendo a su madre.

Stefan pone su brazo sobre mi hombro y besa mi cabeza.

— ¿Puedes acompañarme al baño, Stef? —pregunta con su adorable voz de niña pequeña, Sophie. El tatuado asiente, toma su mano y desaparecen por las escaleras. Sonrío complacida porque están llevando una buena relación.

— ¿Puedo hablar contigo, linda? —la suave voz del abuelo me sobresalta. Asiento con una sonrisa, me levanto y espero por él—: Al patio, por favor hija.

Vuelvo a asentir, tomo su silla de ruedas y nos guío al aire libre. Una brisa fresca al salir, nos anuncia que pronto lloverá, aplaudo mentalmente a mi novio que estacionó mi auto en el garaje bajo techo. El abuelo me ofrece la silla, tomo asiento y cierro los ojos disfrutando de la silenciosa noche.

— Te doy gracias, Charlie —abro los ojos, sorprendida—. Has ayudado tanto a Stefan, no sólo física, porque ya no veo el rostro magullado de mi nieto —asiento dando la razón, ha dejado de pelear todas las noches a ir cada semana o cada dos semanas—. Sino emocionalmente también. Todos los días veo una sonrisa deslumbrante en él y sé que tú eres producto de eso. Él te ha descripto con su salvación y su inminente destrucción, no sé a qué se refiere pero ese chico está loco por ti.

Sonrío y añado—. Y yo por él.

— Créeme que lo sé y me alegro tanto. Creí que iba a morir sin ver felices y realizados a todos mis nietos —levanta su mano y limpia su ojo izquierdo, está llorando—. Mi hijo cometió tantos errores, lo único bueno que salió de eso fueron mis nietos pero... —suspira, tomo su mano y aprieto suavemente—. Stefan fue el que más sufrió, tuve tanto miedo de que jamás se recupere, pero apareciste tú y cambiaste todo. No me alcanzará la vida para agradecerte, linda.

— No tiene nada que agradecerme —sonrío apretando su mano—. Amo a Stefan.

Sus ojos negros me ven con lágrimas sin derramar, su sonrisa tan paternal me hace sentir tan bien y su caricia me reconforta.

— ¡Lluvia! —grita Sophie corriendo hacia el patio.

Levanto la vista y observo a Stefan que con una sonrisa observa a la pequeña mojarse de a poco. Josh la imita, quitándose la camisa y guiñándome un ojo. Niego con la cabeza, divertida, le sonrío al abuelo y me incorporo para caminar hacia Stefan. Beso su mejilla para llamar su atención y camino hacia los niños que juegan de charco en charco. Mi amiga pega un grito al cielo y corre hacia mí. De a poco siento las gotas frías mojarme entera, sonrío como nunca antes. No importa nada más que mi felicidad en este momento. Sophie salta mientras quita su cabello del rostro, Josh la moja pateando agua a su cuerpo mientras Leah gira con la cabeza hacía el cielo oscuro recibiendo las frías gotas. Volteo en busca de Stefan y me sobresalto al chocarme con su rostro serio.

Mi Dulce Destrucción |  Próximamente En Físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora