Capítulo 51

75.9K 4.5K 431
                                    

Stefan's POV

Tomo las llaves del auto y salgo rápidamente hasta llegar a él. Enciendo el motor y acelero para salir a la carretera. Continúo subiendo la velocidad, sin importarme los autos que hacen sonar sus cláxones ante las imprudencias que me tomo al manejar. Pero no me importa, mi pequeña princesa está en peligro.

Al llegar al edificio de su departamento, salgo del auto dejando la puerta abierta y corro escaleras arriba hasta que llego a su piso, pero siento un cuerpo chocar con el mío.

— Oh por Dios —exclama una voz femenina muy conocida

— ¿Charlotte? ¡No vuelvas a asustarme de esa manera! —le regaño abrazando su pequeño cuerpo.

— ¿Estás bien? Te noto tenso, cariño —cuestiona, luciendo preocupada.

— ¿Tú estás bien? —le pregunto tomando su rostro en mis manos e inspeccionando cada centímetro de piel.

—Estoy bien, tranquilo ¿tú lo estás? —repite la pregunta, sin abandonar su semblante de preocupación.

— Si tú lo estás, yo lo estoy —asiento besando su frente—. Te pondré un rastreador —informo sintiendo mi corazón calmarse ante las caricias de Charlotte.

— Eres muy chistoso —dice divertida, negando con la cabeza mientras sale del edificio.

— Chistoso, si claro —murmuro, siguiendo a la morena.

Mientras pienso en tomar medidas desesperadas sobre ella, abro la puerta de mi auto y espero a que ella cierre la suya. Se inclina a dejar un beso en mis labios y se acomoda en el asiento.

— ¿Qué ocurre? —cuestiona ante mi mirada que no la abandona.

— No sé que sería mi vida sin ti —murmuro. Le sonrío y enciendo el motor, ignorando la mirada penetrante de la morena.

Y es verdad. Jamás en mis años de vida pensé en querer un futuro mejor como lo deseo ahora, estando con Charlotte. Nunca se me pasó por la cabeza tener una familia, un trabajo digno de cualquier hombre, una casa dónde cuatro niños de lindos ojos mieles corran libremente. Nunca quise nada de eso, hasta que llegó Charlotte.


(...)


— ¿Comerás todo eso? —cuestiono sorprendido al verla observar su pedido de pizza con doble queso, casi con deseo.

— Últimamente ando comiendo por dos, el hambre que tengo es de dos personas —dice riendo nerviosa.

Frunzo el ceño ante su extraña expresión metafórica pero decido ignorarla, para seguir viendo con ternura a la mujer hambrienta en mi frente.

— Dulzura ¿qué opinas sobre...? —me callo, pasando la lengua sobre mi boca, nervioso.

— Sobre... —me invita a seguir con la mano, divertida. Claro, a ella le gusta verme nervioso.

— Sobre vivir juntos —suelto de una sola vez.

Charlotte se sorprende y no lo oculta al soltar de golpe sus cubiertos, provocando ruido estruendoso en el restaurante. Abre sus ojos exageradamente y respira hondo, como procesando mis palabras.

— ¿Por qué? —cuestiona con los ojos cerrados. Frunzo el ceño, confundido ante su tranquilidad—. ¿Por qué quieres que nos mudemos, si llevamos poco tiempo de relación? Apenas empezamos en éste camino ¿Por qué saltar tantos niveles? ¿Por qué apresurarnos? —pregunta nerviosa y atropelladamente.

Mi Dulce Destrucción |  Próximamente En Físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora