— Átenlos —ordena mi madre y la puerta se abre de golpe.
Abro mis ojos, sorprendida.
— ¿Esto es una maldita broma? —susurro al ver a Logan Smith y a Connor Ryder entrar por la puerta.
El primero con una sonrisa de diversión en su rostro y el segundo totalmente serio, evitando mi mirada. Sea como sea están aquí y no precisamente para ayudarnos.
— Hola, bella Charlotte —me sonríe. Si no tuviera esa mirada de psicópata y lo hubiera conocido mucho antes que a Stefan, podría enamorarme sin problemas de él.
Logan viene hacia mí y me toma en brazos más allá de toda la resistencia que trato de poner, grito y pateo logrando nada. Escucho las súplicas de mi padre a Eline para dejarme libre pero ella solo chistea su lengua en señal de negación.
— Mire, señora, soy un hombre rico y no voy a permitir que me esté dando órdenes. ¿Quedó claro? —mi madre lejos de intimidarse, rodó los ojos.
— Como sea, niño. En la mañana te arrepentirás de todo esto —ambos salen frustrados de la habitación, dejando a Connor en una esquina del cuarto como vigilante.
— Maldito traidor —susurro ganándome una mala mirada de mi padre. Sonrío, mi padre nunca cambiará y siempre me educará, aunque estemos a punto de morir.
El teléfono de Connor suena, voltea para responder hablando en susurro.
— Papá, yo lo distraeré, tú saldrás de aquí y buscarás ayuda ¿sí? Es a mí a quien quiere —mi padre niega con la cabeza gacha—. Papá, por favor, no te rindas. Debemos salir juntos de esto.
— No trates de hacerte la heroína, Charlotte —sonríe de lado. Se está rindiendo, lo está haciendo y no creo tener la fuerza para luchar por ambos.
— No me interesa lo que digas papá, no saldré de aquí sin ti así que piénsalo mejor.
— Alguien debe quedarse y ese seré yo —frunzo el ceño, eso es suicido prácticamente—. Tienes una familia, un niño a quién criar y muchos sueños que cumplir.
— ¡Tú tienes dos nieto que ver crecer y dos hijos cumplir sus sueños! ¡Papá no bajes los brazos! —en éstos momentos ya no tengo más lágrimas que dejar caer.
— Princesa, no lo entiendes. Tu madre tiene en la mente matar a alguien ésta noche y esa no serás tú —antes de poder decir algo vemos a Connor girar y vernos firmemente, encendiendo una pequeña llama de esperanza.
— Hay un plan, sólo déjenmelo a mí. No puedo hablar mucho porque hay una cámara en la esquina del cuarto así que les pido discreción —levanto mis ojos y veo una pequeña lente con una luz parpadeante, lo que indica que está encendida.
— ¿De qué hablas? —mi padre lo observa desconfiado.
— Para sacarlos de aquí —algo suena y vemos que es el comunicador de Connor—. Ya viene, compórtense normal.
— Claro, porque me pasa esto todos los días —resoplo por lo bajo.
— Amor, recuerda que eres la luz de mis ojos ¿sí? —vuelvo mi atención a mi padre y asiento a duras penas, sintiendo mis ojos nublarse de nuevo—. Tú y tu hermano son mi único orgullo. Te convertiste en una hermosa mujer, mi chiquita. Cuida bien de Cam y Theo —habló casi tan rápido que no pude siquiera procesar sus palabras antes de que la puerta se abriera de golpe.
Mis sollozos se oían en la silenciosa y oscura sala.
— Mis dos únicos amores en la vida —suelta una carcajada tan fría que logró erizar mi piel.
ESTÁS LEYENDO
Mi Dulce Destrucción | Próximamente En Físico
RomancePróximamente en físico. COMPLETA PERO SIN CORRECCIÓN; pido disculpas por los errores e incongruencias. Instagram: @loslibrosdemica ______________________________________ Él, a primera vista es un demonio quien lucha por no dejar ver su ángel interi...