Capítulo 68

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Charlotte Woods

Tarareaba una canción que estaba componiendo mientras subía las escaleras lentamente con una taza de té.

Acababa de salir del baño, tras una buena sesión de cuidados intensivos a mi cuerpo y ahora puedo presumir la suavidad de mi piel en especial la de mis piernas.

Entro a la habitación y observo a Stefan, tendido sobre la cama con Cameron en sus brazos, simulando ser un avión.

— No creo que eso sea bueno, acaba de tomar la leche —murmuro con una sonrisa, apoyada de brazos cruzados contra el marco de la puerta.

— Eres mala onda, mamá —dice Stefan sentando a Cameron en su pecho.

— Es hora de que duerma y tú no has hecho más que despertarlo aún más —tomo a mi hijo en brazos y camino fuera del cuarto.

— Es hora de armar el árbol de Navidad —dice emocionado, quitándome a Cameron y corriendo por el pasillo haciendo ruidos de auto.

Niego con una sonrisa y los sigo por el pasillo. Al llegar a la sala, observo a Cameron ver minuciosamente el árbol. Stefan lo deja en el suelo con todos los accesorios de navidad. No puedo evitar sentir como si alguien pateara mi corazón cuando pienso en que quizás sea la última vez en verlos felices pero no se la voy a dejar tan fácil a quien sea que está detrás esa nota.

El sonido del teléfono interrumpe mis profundos pensamientos.

— ¿Hola? —contesto con una sonrisa.

Buenas noches, me comunico desde el hospital central para informarle que su padre, el señor Woods, se encuentra internado, ha salido de terapia intensiva tras sufrir un...

El teléfono se resbala de mi mano y va a parar al suelo. No puedo verme pero sé que mi rostro está contraído y mis ojos abiertos a más no poder, Stefan ceñudo corre a mi dirección y toma el aparato. Camino hasta mi bebé y lo tomo el brazos, balanceándonos. Escucho como el tatuado pregunta su estado, su ubicación y el horario de visitas.

— Dulzura —susurra Stefan tras sentarse en la alfombra y traer mi cuerpo hasta situarnos entre sus piernas.

¿Terapia intensiva? ¿Mi padre?

— Mañana iremos a verlo a primera hora, ahora debemos dormir ¿sí?

Siento como se levanta y luego me toma entre sus brazos, estilo nupcial, con Cameron aún en brazos. Las ganas de ver los brazos de Stefan mientras hace tal fuerza me consumen pero no, lo único que está en mi mente es mi padre.

Es un hombre sano y joven, no entiendo que pudo haber pasado.

— No llores, dulce —susurra preocupado Stefan tras depositarme en la cama.

Su dedo recorre mi mejilla limpiando cualquier rastro de lágrima en ella. Volteo mi cabeza y veo a Stefan arrodillado en el suelo con sus codos en la cama y a Cameron mirarme sin emitir balbuceo alguno. Mi pequeño es muy susceptible. Cierro los ojos sintiendo las diminutas manos en mi cabello y el beso en la frente de Stefan, seguido de un duerme bien, amor.

Al día siguiente, desayuné, me vestí e hice lo mismo con Cameron, Stefan ayudó a darle el desayuno y ponerlo en el auto, todo en un completo silencio. No tenía ganas de hablar, solo quería ver a mi papá. En el camino al hospital, escuchamos de fondo música clásica hasta llegar a casa de la hermana de Stefan y dejar a Cameron con ellos.

Al llegar, preguntamos por mi padre y su habitación. Stefan toma mi mano y nos dirigimos al lugar pero me impiden pasar aun cuando les dije el inminente parentesco.

Mi Dulce Destrucción |  Próximamente En Físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora