Tengo muchas preguntas sobre él, es decir, me acabo de enterar de que vive en un barrio algo lujoso, en una casa cara, la misma casa que compartía con Brenna, no dejaba de hablar de un tal Fernández, que me parece es peligroso, pero he aprendido que preguntas debo o no hacer cuando se trata de Brenna. Me pregunto qué le habrá pasado, porque claramente no terminaron su relación porque no sentían lo mismo, y Brenna tiene miedo de volver a él por una razón que desconozco y tarde o temprano sabré de que se trata. Veo a Zack alejarse de la casa a pasos lentos y me pregunto: ¿Quién eres realmente, Zack?

-Oye, ¿qué haces aquí? -le pregunto cuando llego a su lado.

-Vine a dejarle una carta a Brenna, ¿no puedo? -responde sin dejar de caminar. Detengo sus pasos, estoy intentado tener una conversación decente con el chico que Brenna ama tanto. Nunca entenderé porque lo ama después de que le hizo daño, yo he visto su corazón roto, nadie más a que yo o Allison, sabe que él le hizo daño.

-¿Qué fue lo que le hiciste? -Tengo el atrevimiento de preguntar.

-Si ella no te lo dijo, ¿por qué tendría yo que hacerlo? No te conozco, ni tú a mí, ¿esto es porque están juntos? -Hay algo más detrás de sus palabras, no logro descifrar que es.

-Terminamos, lo que sea que hayamos tenido, no estamos juntos, si dejaste ir a una chica como Brenna, debes ser muy estúpido o hay algo peor detrás de ello -respondo, no quería hacer de esto un enfrentamiento, pero está usando un tono que me obliga a hacerlo.

-No querrás saber... Dime que no la tocaste -Me rio sin gracia al ver que giro le ha dado la conversación.

-¿Que si fue así? No me digas que tú no estuviste con nadie más estos dos años, no pareces ser el tipo que se abstiene -contraataco.

-Dime si o no -masculla.

-Claro que la he tocado -Medio digo la verdad, porque ella y yo nos hemos tocado, pero nunca llegamos al sexo, le daré el benéfico de la duda.

-No quiero sonar posesivo, pero de ahora en adelante haré lo que sea para recuperarla -demanda.

-Tranquilo, yo no estoy aquí para evitarlo, no soy tu enemigo -Es lo único que le digo antes de volver a casa de Jenna. Cuando entro, encuentro a Brenna leyendo la nota que Zack dejo para ella.

Así es como se ve Brenna siendo realmente feliz, con el tiempo que tengo interactuando con ella, he visto más su corazón roto que su felicidad, lo que ella no sabe es que no ha sido fácil hacerla reír y olvidar las cosas por las qué pasó, la vi convertirse en una chica fuerte, pero esa tristeza seguía en sus ojos, la he visto en muchas ocasiones vuelta un ovillo en el sofá de su casa, melancólica, pero ahora la veo y sus ojos brillan tanto como su sonrisa de oreja a oreja. Si esto es lo que causa Zack en ella no imagino que sería si estuvieran juntos.

<<Con que esta es la Brenna que Jenna mencionó una vez, me encanta, y duele porque el motivo de su sonrisa no me incluye, pero me hace feliz >> Pienso.

***
Brenna

Mis días en Londres de estaban haciendo cortos, pronto tendría que volver a Canadá con Nathan, y terminar nuestras vacaciones junto a Allison y Chris. Nathan y yo hemos recorrido gran parte de Londres, lo mejor de todo es que Jenna y Thomas nos acompañaron en algunas ocasiones, Nathan y mi hermana de llevaban bien, aunque ella lograba hacer sentir a Nathan tímido e incómodo a veces, fuera de eso ellos se trataban como familia y me gustaba.

Desde que estuve con Zack la noche que lo golpearon en un callejón, y casi lo dejan inconsciente, desde ese día he recibido cartas de amor de parte de Zack, no lo veía, pero lo sentía que lo tenía cerca de mí, me sentía como una adolescente enamorada cada vez que Thomas o Jenna me decía que Zack había dejado una carta para mí, mi pulso se aceleraba y sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo al ver su letra. Nunca había recibido una carta de amor, y Zack se estaba asegurando de que yo tuviera una cada día, lo cual me hacía sonreír de tan solo pensarlo.

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora