95 - Va a doler

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— Deberíamos irnos — Necro, con su amada Lovy a su lado, miraba al horizonte desde el balcón, contemplando con impotencia el enorme dominio de Shatten.

— ¿Y dónde iríamos? — consideró la joven — Mientras Shatten no consiga lo que busca, todo lugar está expuesto a ser destruido — explicó con incomoda resignación —. Puede que, en todo Waterfall, no exista un lugar más seguro como este. ¿Tú qué opinas, Tremor?

El dragón, sentado en el barandal, sentía la calidez del sol en sus escamas y sin abrir los ojos, respondió.

— Coincido con usted, damita — reconoció —. Es irónico que nuestro santuario sea la base de operaciones de un hombre tan destructor. 

Ella, junto a Necro, posó su cabeza en el hombro de su amado con cierta tristeza y permanecieron así hasta que Tremor comenzó a temblar.

— Dragón, ¿qué pasa?

Tremor comenzó a respirar con fuerza, sintiendo horror en su ser. 

— Una gema — reveló —, Shatten está usando una gema.

Necro solo pudo estremecerse al recordar la sensación. 

*****

— ¡¿Qué van a hacerle?!

Silver, sujetado por Emilio, intentaba librarse para ayudar a su dragón. Norte, de rodillas encadenado delante de un enorme muro de cristal, miraba a Shatten delante de él.

— No importa cuánto lo intente, estar frente a uno de ustedes es único e impresionante. Me estremezco solo al verte — reconoció Shatten —. ¿Qué ha sido de tu vida, dragón? ¿Qué senderos has caminado? ¿Qué sucedió con los tuyos? 

Norte guardó silencio y sin despegar su mirada del señor de los decretos, aguzó sus pupilas para ver dentro de él. Al mirar dentro, no pudo más que cerrar los ojos con fuerza y sacudir la cabeza, como si hubiera visto algo que no debería.

— Ten cuidado, dragón — advirtió Shatten —. Todo corazón tiene su historia. 

Silver forcejeaba con Emilio cuando, junto a ellos, apareció un portal de niebla, apareciendo Epsilion, Zain y Theron. 

— Hey, ya era hora — los recibió Emilio con una enorme sonrisa. 

— Perdonen la tardanza — tomó la palabra Epsilion —, tardamos un poco, pero encontramos al galeno. 

Theron apenas comprendía lo que había pasado, hace unos instantes estaba en Waterfall y ahora estaba en un campo abierto, un enorme castillo se vislumbraba al fondo y alrededor, múltiples señales de destrucción delataban un lugar peligroso. 

Fue Shatten quien se acercó al temeroso Theron y con educación se acercó a recibirle.   

— Bienvenido sea, Theron Pentrilius, es un honor poder contar con su apoyo en esta pequeña empresa — Shatten extendió su mano con amabilidad y Theron, por reflejo, respondió el saludo —. Mi nombre es Shatten Luxurios — prosiguió con la presentación —, sé que tiene muchas preguntas, las responderé con gusto más tarde, por ahora, espero pueda ser paciente mientras termino esto. 

La cordialidad, el timbre y la actitud afable del señor de los decretos calmaron los nervios del galeno, hasta que vió a un joven sujetado y a un dragón encadenado. 

— ¿Qué pasa aquí? — intentó comprender Theron. 

— Hoy estaré un paso más cerca de mi meta — aseguró sin dar detalles. 

Epsilion reconoció de inmediato al joven y a su dragón. 

— Señor, tuve la oportunidad de hablar con este joven en su tiempo — explicó el decreto —. No estoy seguro de las razones por las que ha llegado, pero di mi palabra que abogaría por la vida de su compañero. 

Erasus DrakoneHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin