1. To the moon, and back

Capítulo 164

En ese instante, el corazón de Dulce da un vuelco mientras una colonia de mariposas invade su estómago. Haciendo caso a los consejos de su amiga, decide dejar todos sus miedos atrás. Tras la cena, estaba dispuesta a darle una nueva oportunidad a su amor.

- Puedo entender cómo te sientes, pero al fin y al cabo son profesionales, y tienen que disimular ante su público; intenta convencerlo Pedro.

- Y lo haré, pero te agradecería que me pusieras las cosas un poquito más fáciles; ruega Christopher.

- Es sólo un concierto. Nosotros estuvimos compartiendo set de grabación, hoteles y shows durante casi un año cuando ni siquiera nos hablábamos. Piénsalo por lo menos; es ahora Poncho el que intenta persuadirlo.

- ¿Nadie se va a poner de mi parte o qué?; pregunta molesto Uckermann.

- Chris... Sé cómo te sientes, y lo sé de primera mano. Pero sólo son un par de canciones, y tú sabes como el resto que son temas importantes para la banda...; comenta Christian.

- Los fans nos matan si no se toca 'Este corazón'...; le susurra Annie a Dul.

- ¡Bueno, ya! Si no quiere pues buscamos otros; dice Maite intentando aportar un punto de cordura a la situación.

- No, da igual. Si tanto perjudico a la banda con mis peticiones, no se preocupen, no hay cambio de repertorio por mi culpa. Siguiente tema...; se defiende Christopher.

- Bueno, el concierto es dentro de 23 días en el Foro Sol. Anunciaremos mañana la tocada, y saldrán las entradas a la venta en un par de días. Obviamente, hay que empezar a ensayar cuanto antes; les anuncia el hombre a sus shockeados pupilos.

- ¡Ah! Maite y Poncho, me he puesto en contacto con sus productoras, tienen un mes libre; sonríe victorioso el productor.

Pocos minutos más dura aquella cena transformada en reunión. Mientras quedan en pie los primeros planes, se producen las primeras despedidas, hasta que llega la ansiada conversación.

- Chris, ¿podemos hablar?; pregunta una temerosa Dulce.

- Mejor no...; se despide Uckermann con un rápido beso en la mejilla mientras se cuela rápidamente en el ascensor que llevaba a Maite y Poncho a la planta baja.