Capítulo 51

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Tras una rápida estancia en la cafetería del hospital, mediada por un bocadillo de jamón y queso, las tres mujeres se dirigen a la sala de espera que ocuparon minutos antes. Al carecer de nuevas noticias sobre el estado del chico, Ruth, Annie y Dul hablan sobre cómo les ha ido en este tiempo que no se han visto.

Eran cerca de las nueve de la noche cuando la doctora nuevamente acude a la sala:

- ¿Ocurre algo señorita? ¿Se encuentra bien mi hijo?; pregunta Ruth angustiada.

- Sí, no se preocupe. Su hijo se encuentra estable y en constante vigilancia; la calma la doctora.

- Solamente quería informarlas para que no se preocupasen, el joven mejora favorablemente; les explica.

- Muchas gracias; la despide la madre del chico.

- Ya es tarde, ¿no será bueno irse a descansar?; propone Anahí.

- Sí, Annie tiene razón. Será mejor que se vayan, deben estar muy cansadas. Muchas gracias por todo niñas; les agradece la mamá de Poncho.

- No, me refiero a ti Ruth. Estás aquí desde bien temprano después de un largo viaje y apenas has comido. Yo me quedo aquí toda la noche, no hay ningún problema. Si quieres nos podemos turnar, y nos quedamos una noche cada una, si les parece bien; propone Anahí.

- Sí, Annie tiene razón. Yo te acerco a donde quieras, o incluso puedes dormir en mi casa; comenta Dulce.

- ¿Harían eso por mí?; pregunta Ruth emocionada.

- Claro que sí; responden Annie y Dul al unísono mientras se despiden con besos y abrazos.

Ruth y Dulce, tras unos segundos de espera, se adentran en uno de los grandes ascensores que las llevaría a la planta baja del hospital. Instantes después, la puerta de otro de los ascensores se abre.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now