Capítulo 129

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En la puerta del departamento de Christopher, Maite timbraba cual loca recién escapada del manicomio, sin obtener ninguna respuesta por parte del chico, quien había entrado en su garaje unos minutos antes. Cansada de esperar, decide enviarle un mensaje muy claro: «Si no me abres la puerta en este mismo momento, en menos de media hora cientos de paparazzis aparecerán en tu casa para descubrir el porqué de las peleas entre dos ex–compañeros de banda, y estoy dispuesta a hacer declaraciones». Pocos segundos después, Maite ya se encontraba en el departamento del joven.

- ¿Qué quieres? ¿Tu amiguita necesita una abogada?; pregunta Uckermann furioso.

- Mi amiguita, como tú la llamas, no sabe nada de esto, y probablemente me mate cuando lo sepa; le responde Mai alzando la voz.

- No lo creo, estará muy entretenida con su suegra...; comenta irónicamente el muchacho.

- ¡Cómo puedes ser tan necio, por Dios!; grita Maite alterada.

- ¿Qué? ¿No es verdad?; le responde Christopher.

- ¡No, claro que no es verdad! Si la hubieras escuchado...; suspira la joven intentando explicarse.

- ¿Para qué?; grita el chico nuevamente.

- ¿Para qué? ¿Y aún lo preguntas? ¡Son unos malditos chiquilines, maduren ya! Se quieren como dos malditos imbéciles, pero parece que el orgullo les puede más, como siempre... Dulce dejó a Rodrigo en el mismo momento que volvió a sentir cosas por ti, aún pensando que tú otra vez habías jugado con sus sentimientos. Mucho te duele a ti verla con su ex-novio, ¿pero no has pensado en ella? Te aseguro que le duele, y mucho, verte con tu novia, en las revistas, en las redes sociales, ese día en el parque... Ya deja de ser un egoísta Christopher, ella escuchó tus explicaciones cuando te marchaste y aceptó que siguieras con Natalia hasta que se recuperase. Confió en ti... ¿Y tú qué has hecho? Juzgarla por haberla visto con Rodrigo, porque prefieres pensar que es una hija de la chingada a escuchar las explicaciones que te pueda dar. Y cuando parece que has recapacitado, que vuelves con las orejas agachadas, ella te da una nueva oportunidad porque te quiere más de lo que nunca pudo imaginar. ¿Y tú? Pues tú vuelves a sacar tus propias conclusiones, a dar nuevos portazos y a permitir que tu orgullo destroce nuevamente tu vida...; dice Maite, intentando que el chico reaccione.

- ¿Por qué soy tan estúpido?; se pregunta Christopher cuando las primeras lágrimas caen por su rostro.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now