Capítulo 58

1.8K 118 0
                                    

En otro punto de la Ciudad de México, Dulce abría la puerta de su departamento. Tras dejar a Ruth en su hotel, la joven había decidido darse uno de sus baños relajantes para olvidarse de aquel día y, sobre todo, de aquella noche… Con su cuerpo completamente inmerso en un mar de espuma con aroma a rosas, estira su brazo izquierdo buscando el mando que le permitía accionar el reproductor de música que siempre la acompañaba en sus momentos de relax.

Hoy no tenía antojo alguno por una melodía en concreto, ni propia ni ajena, por lo que optó por la reproducción automática, prefiriendo que el azar, o incluso el destino, decidiesen por ella… Intentando olvidar, no sabía que su decisión iría en contra de su voluntad.

«Hay tantos caminos, tanta gente y lugares, aunque me desvíe todos llevan a ti…»; se alcanza a oír en aquella habitación vaporosa.

Tras escuchar el primer acorde, el cerebro de la joven había entrado en alerta, mandando señales que hicieron que de manera muy eficaz su pulgar clicase en el “pause” de aquel mando que seguía en su mano. En otra lucha se encontraba el corazón, quien a través de cada latido intentaba que ese pulgar hiciese un pequeño movimiento hacia la tecla que se encontraba al lado. Finalmente, y como casi siempre, el corazón de Dulce pudo más que su razón, y esa melodía tan especial para ella, resonó de nuevo en aquel espacio…

«Voy dejando huellas para que no te pierdas, aunque tú no quieras siempre vuelves a mí…Es la sintonía de tu ser, junto a mi piel. S-oh-oh somos sinfonía, este amor no tiene fin… Por eso, sabes que es cierto, con solo un beso, rompemos el silencio. Sabes que es cierto, que con un beso, no importa más el tiempo…Creo que estamos hechos en la misma sustancia, aunque nos separen somos como un imán. Siento que vibramos en la misma frecuencia, esta conexión rebasa la realidad…» 

Mientras las lágrimas de Dulce se perdían entre el agua que la rodeaba y a su mente llegaban imágenes desordenadas de mil y un momentos que, en el fondo, deseaba que volviesen a sí, alguien que hacía sonar el timbre de su departamento había decidido romper ese momento.

1. To the moon, and backDove le storie prendono vita. Scoprilo ora