Capítulo 101

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La respiración de Dulce es cada vez más acelerada, necesita que la acaricie, que sus labios recorran su cuerpo, que la toque como sólo él sabe hacerlo... Lo necesita, pero no puede, se está volviendo loca. Cada vez está más húmeda, muerde sus labios observándolo, viendo su pene erecto, deseando saborearlo, que se introduzca en ella... No aguanta más, se arrodilla encima de la cama, recorriendo lentamente su cuerpo mientras lo mira, enredándose el pelo, empezando a perder el control. Se acaricia sensualmente los pechos, bajando su mano, metiéndola entre sus braguitas mientras toca su clítoris sin apartar sus ojos de los de Christopher, quien sigue deslizando su mano por su duro miembro mientras Dulce se humedece cada vez más.

Lentamente la chica baja los tirantes de su sujetador, desabrochándolo, dejándolo caer, permitiendo que su novio disfrute de sus pechos turgentes mientras ella sigue tocándose, poniéndolo más y más cardíaco a cada movimiento.

La joven no podía dejar de recorrer el cuerpo del chico: sus fuertes brazos, su imponente pectoral, ese cuello que le arrancaría a besos... Todo su cuerpo, milímetro a milímetro. Christopher se había dado cuenta, acercándose y alejándose de la pantalla, acercándose y alejándose de Dulce. Ella lo deseaba tanto como él, los dos sufrían, pero les gustaba la situación... La excitación de ambos cuerpos era evidente: necesitaban besarse como avorazados, enlazar sus cuerpos y no soltarse jamás.

- Creo que necesitamos enfriarnos...; comenta Dulce seductoramente alejándose de la cámara, únicamente cubierta por aquella braguita y unos tacones que realzaban su figura.

- No, no te vayas... Regresa, te necesito...; gime Christopher.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now