Capítulo 68

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Ya en el balcón, Christopher se adueña de la hamaca que horas antes había ocupado Dulce, mientras que la joven se agencia de aquella en la que el chico había derramado sus lágrimas.

- «Me duele, lo siento, sé que algo me falló. Por eso, regreso para volver a ti... Y sólo así, perderme en tu mirada. Y sólo así, si estás conmigo puedo ser feliz... Sueles volver en mis sueños como un recuerdo, pero despierto y te pierdo, estás tan lejos...»; Christopher tampoco lo había comentado con nadie, pero él también había terminado la canción que había empezado a componer un día de luna llena...

- «Hoy quiero tenerte, sin miedo a equivocarme. Me faltan tus besos, que vuelvas junto a mí. Y sólo así, perderme en tu mirada. Y sólo así, si estás conmigo puedo ser feliz... Sueles volver en mis sueños como un recuerdo, pero despierto y te pierdo, estás tan lejos...»; mientras Ucker abría su corazón, en la hamaca de enfrente los latidos de Dul aumentaban con cada acorde, y las lágrimas pedían paso en ojos demasiado acostumbrados al llanto.

- «Me hace falta respirar, ver tu cuerpo y no pensar, olvidar mi soledad... Sin ti no puedo. Quiero verte una vez más, sólo pienso en regresar a ti... Sueles volver en mis sueños... Sueles volver en mis sueños como un recuerdo, pero despierto y te pierdo, estás tan lejos... Me hace falta respirar, ver tu cuerpo y no pensar, olvidar mi soledad... Sin ti no puedo. Quiero verte una vez más, sólo pienso en regresar, me hace falta respirar...»; termina Christopher con un nudo en el estómago que le impide determinar qué es lo que realmente siente en ese momento.

Mientras, enfrente de él se encuentra una mujer bañada en lágrimas que únicamente es capaz de articular cinco palabras, cinco palabras que pueden cambiar el rumbo de las cosas:

- ¿Dejarías a Natalia por mí?; pregunta Dulce con la esperanza de escuchar un monosílabo afirmativo por su parte.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now