Capítulo 8

2.4K 144 5
                                    

El teléfono de Dulce comienza a sonar, y la joven se despierta desconcertada.

- ¿Dónde estoy?; se pregunta hasta darse cuenta que a su lado duerme Annie plácidamente.

- ¿Bueno? ¿Quién habla?; le dice Dulce a su interlocutor.

- He visto tu nota, ¿se puede saber dónde estás? Está amaneciendo y no estás en casa; escucha la voz grave de Rodrigo al otro lado del teléfono.

- ¡No te vas a creer quién es nuestra vecina!; le cuenta Dulce emocionada.

- No, y no me importa la verdad. Sólo te llamo para decirte que esta tarde me voy a Europa a arreglar unos negocios, por si querías despedirte...; la reprende Rodrigo.

- ¿Qué? ¿Cómo que te vas? Espera, subo en un segundo, estoy en casa de Annie; dice Dulce apresuradamente.

La joven sube las escaleras de dos en dos hasta su piso, donde la espera Rodrigo sentado en el sofá con la puerta entreabierta.

- ¿Qué es eso de que te vas a Europa? ¿Por qué? ¿Cuándo te avisaron?; lo atosiga Dulce a preguntas.

- Acabo de recibir un e-mail. Tengo que cerrar unos contratos y negociar con varios empresarios para ampliar nuestra empresa y abrir sucursales en países como España o Alemania; le cuenta Rodrigo.

- ¿Pero por qué tú? ¿Por qué tanto tiempo?; pregunta Dulce inquieta.

- Sustituyo a un compañero que acaba de tener un accidente, y las negociaciones no se pueden cancelar. De hecho me voy en dos horas a la oficina porque tengo varias reuniones con los directivos para que me expliquen todo lo que tengo que hacer...; le comenta Rodrigo.

- Te voy a echar de menos...; suspira Dulce.

- Y yo a ti... Sé que estas semanas he sido un poco duro contigo, lo siento; se disculpa Rodrigo.

- Es entendible...; le responde Dulce.

- Te quiero; le dice Rodrigo mientras la llena de besos y la lleva en brazos a su habitación.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now