1. To the moon, and back

Capítulo 160

Anahí llegó al departamento, cuando vio que la luz del salón permanecía prendida.

- Dul, mi amor, ¿aún despierta?; saluda la muchacha entrando en la estancia.

- Eh... Eh... Annie, me he quedado dormida; sonríe Dulce medio adormilada.

- ¿Contenta con mi intervención?; pregunta una emocionada Anahí.

- ¿Qué dices?; la cuestiona la pelirroja desperezándose.

- ¡He conseguido que RBD se reúna de nuevo! ¿No has leído los mensajes?; grita la güera.

- No, es que me quedé dormida esperando. A ver...; chequea la chica su teléfono.

- Mmmm... Qué raro. No tengo mensajes nuevos; comenta Dulce desconcertada.

- ¿Cómo no? Después de Poncho escribió el bebé, aunque Pedro aún no contestó...; le dice Annie.

- Ahá... ¿Adivina quién me ha bloqueado de nuevo?; sonríe cínicamente su amiga.

- ¿Otra vez?; pregunta una ojiplática Anahí.

- Ya ves...; suspira Dulce.

- La verdad está muy dolido. Te tengo que comentar las condiciones que ha puesto, porque todas van contigo; exhala la joven.

- A ver, cuéntame...; le pide la pelirroja con ojos cristalinos.

- Nos ha pedido que no le hagamos ninguna encerrona contigo. Tampoco quiere besos en concierto, ni coreografías como las que antes hacían, ya me entiendes. Pero eso no es todo... No quiere que le hables si no es por la banda. Dijo que necesitaba su espacio, y que como tú estabas en tu derecho de no querer nada con él, él estaba en el suyo de no querer ser tu amigo; se compadece Annie de su amiga.

- ¿Qué? ¿En serio te ha dicho que no le puedo hablar? ¿Pero por qué me tiene tanto rencor?; pregunta Dulce mientras las primeras lágrimas caen por su rostro.

- No te tiene rencor, él te quiere y no entiende por qué no pueden estar juntos, por eso está intentando evitarte. Piensa que así se olvidará de ti y se hará menos daño, supongo... He hablado con Christian, y si Christopher no quería estar en el concierto no era porque no estaba de acuerdo con la idea, era porque no soportaba la idea de tenerte cerca y no poder estar contigo; comenta Annie mientras agarra la mano de su amiga.

- ¿Y qué hago, dime qué hago?; grita la pelirroja.

- O volver con él, o aceptar sus condiciones...; suspira la güera.