1. To the moon, and back

Capítulo 138

Un incómodo silencio se apoderó de aquella sala de prensa. Todas las miradas se dirigían hacia Dulce, y los primeros murmullos ya se escuchaban al fondo de la estancia. A su lado permanecía inmóvil ese hombre, ese que nuevamente le había destrozado el corazón. Con la cara desencajada, su evidente preocupación no hacía más que aumentar las preguntas que atormentaban su cabeza: «¿Qué he hecho? Si estábamos bien...»; «Claro, ¿cómo puedes ser tan imbécil?»; «¿Por qué no la dejaste al llegar a México?»; «Mierda, ¿y ahora qué hago».

Mientras, la joven tomaba la palabra:

- Antes de que me inventen chismes, Rodrigo y yo hemos roto de mutuo acuerdo hace casi dos meses. Él ahora está en España, pero es probable que nos sigan viendo juntos porque tenemos muy buena relación y le guardo mucho cariño aunque como pareja hayamos dejado de funcionar; explica Dulce con una sonrisa.

- Pero si se quedan con la amistad, ¿por qué dices tener el corazón roto?; pregunta un avispado periodista.

- Hay personas a las que se le da demasiado bien jugar con los sentimientos de los demás...; sentencia la muchacha, dejándole muy claros sus sentimientos a quien, dolido, permanece a su lado. La tensión es evidente.

- Pero yo te quiero mi amorcito; se levanta Annie para darle un fuerte achuchón.

- Por cierto, ¿saben que vivimos juntas?; comenta la güera intentando desviar el rumbo de la conversación.

Tras varios minutos más de preguntas y respuestas, Pedro da por concluida la rueda de prensa. Mientras los periodistas abandonan la sala paulatinamente, Christopher se acerca disimuladamente a Dulce.

- ¿Podemos hablar?; le ruega el muchacho.

Antes de que la pelirroja pudiese contestar, Natalia se enfrascó en un tierno beso con su novio.

- Me encantó eso de poder entrevistarte, estás muy sexy; le guiña un ojo mientras lo abraza. Christopher no reacciona.

A su lado, desolada, Dulce se aleja corriendo de aquella sala. Anahí, furiosa, la sigue.

- No lo puedo creer, de verdad que no lo puedo creer; comenta con rabia mientras lanza una mirada desaprobatoria hacia él.