Capítulo 76

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El silencio se había apoderado de aquella situación, hasta que Dulce, aún en el umbral de la puerta logra articular palabra:

- Esto… Mejor vuelvo en otro momento; se excusa la joven con la intención de irse.

- No ardilla, no te vayas. Me da mucho gusto verte. ¿Me ayudas con esto?; suplica Poncho pretendiendo que le corte el filete que tiene en el plato.

- Sí, está bien… Natalia, ¿qué tal te encuentras?; pregunta la pelirroja realmente nerviosa.

- Mucho mejor, gracias; responde la joven tras una sonrisa desconfiada.

Los minutos siguientes son realmente tensos. Las palabras apenas salen de la boca de los allí presentes. Mientras, Dul y Ucker se concentran en sus labores culinarias, aunque no pueden evitar mirarse disimuladamente. En una de esas estaban cuando los ojos de Christopher coinciden con los de Dulce, quien rápidamente los aparta para no levantarlos más en esa dirección.

Dos nuevos golpes en la aporreada puerta sacan a los jóvenes de sus pensamientos.

- ¡Mi amor! ¿Qué tal te encuentras? No pude venir antes pero hablé con papá y me informaba de todo. ¡Hoy me quedo a dormir contigo! ¿No te importa, verdad Chris? Mañana ya duermes tú con ella; habla apresuradamente su hermana Artemisa.

- Ya pensaba que te habías olvidado de mí; le responde su hermanita pequeña.

- Claro que no chiquita, pero presenté mi libro en Puebla y no pude venir antes, perdón…; la mira su sonriente hermana.

La tarde transcurrió con una tranquilidad aparente, produciéndose frecuentemente entradas y salidas de aquel cuarto que por momentos se abarrotaba. Dulce, incómoda ante tal situación, agarró a Annie y se la llevó al jardín en el que horas antes habían conversado dos personas bastante conocidas para ellas.

1. To the moon, and backWhere stories live. Discover now