—No me pongas en una situación difícil. —alzo una ceja. —Son mis amigos y no quiero que ninguno muera. —La mención de muertes me incomoda al saber lo que ordene.

Entrecierro las cejas al entender de donde viene su pánico, así que decido molestarlo un poco.

—Si lo hubieras visto sostener el arma estuvieras de acuerdo conmigo. —Empiezo a caminar.

—¿Qué tiene que ver el arma en esta conversación? —cuestiona intrigado.

—Nikolay bajo ese traje con un arma es algo muy caliente de apreciar. —Se sorprende negando por mis palabras.

—Y esto es que no has visto a Oleg en modo francotirador asesino, sudado y con un hilo de sangre bajando por su frente. —Me detengo. —Eso si es sexy.

—¿Qué? —Se encoje de hombros y se va dejándome con la imagen que acaba de describir.

Damián tiene mucha imaginación o me describió un recuerdo.

Oleg y yo tenemos mucho de que hablar. No me dejan pensar cuando soy llamada por una enfermera.

***

He recibido dos pacientes nada graves, aunque no sea mi área, me desempeño de la mejor forma y ese extra no le cae mal a mi cuenta bancaria.

Me gusta más estar en emergencia, ya que ahí llegan los mejores casos unos entre la vida y la muerte, pero entre mis colegas y yo nos encargamos de honrar el nombre del mejor hospital del distrito.

—Siguiente. —ordeno. Entra una joven de unos 15 años pálida y con la cabeza gacha en compañía de, quien supongo son sus padres. —Dime... —leo su expediente. —Lila, ¿Qué tienes?

—No tiene nada, solo lo hace para llamar la atención. —espeta su madre en tono de fastidio, le pido que salga para quedarme a solas con Lila para hablar de manera profesional Doctora-Paciente. Lo dudan, pero al final no les queda de otra.

Después del chequeo les pido vuelvan a entrar al consultorio para dialogar de lo que tiene su hija y desde que entró lo supuse.

—Señora según lo que estoy observando su hija sufre de ansiedad y depresión severa. —bufa.

—¡Claro que no! Ella está bien solo es una huevona que no le gusta hacer nada.

Sus palabras me hacen suspirar para mantener la cordura ante su ignorancia.

—Por personas como usted es que tenemos una sociedad tan ruin. —critico. —La depresión es más que sentirse triste o tener un mal día. Cuando la tristeza dura demasiado tiempo interfiere con las actividades normales diarias. —señalo. 

>>Algunos de los síntomas es sentirte irritante y frustrado con facilidad. Tener dificultad para dormir, perder el apetito, malestares estomacales y dolor de cabeza. —Sus ojos son dagas de furia. —Dificultad para concentrarse, recordar detalles u olvidarlos. Sentirse cansado aún después de dormir. Sentirse culpable, pensar que está solo y desamparado. Llegando dañarse físicamente y en los peores casos el resultado es el suicidio.

Niega ante mis palabras y ve a su hija con reproche antes de volver a dirigirse a mí.

—Eso no puede ser cierto, le damos todo lo que necesita, no le falta nada. —Se justifica la madre.

—El amor no se compra con dinero, su hija podrá tener todo lo material, pero, le falta el calor de un hogar.

Expongo la situación recordando la de Javier, fue igual.

—Usted no puede dar ese diagnóstico. —Opina el padre.

Alzo el rostro viendo su semblante molesto, por su vestuario me imagino que es un empresario.

Ambición.Where stories live. Discover now