Observo a Bin, sin duda la guardia no me cae bien y Carlota... es buena en lo que hace. No tengo mucho que decir de ella.

Son pocas las veces que conversé con ella y cuando lo hice fue meramente profesional, quien se ganó su confianza y amistad fue la Dra. Alejandra Campos.

—En la cafetería me dijeron que trajera esto. —Alika se une a nosotros rompiendo el silencio y pone sobre la mesa un azafate con 5 botellas de agua.

—Nosotros no lo pedimos. —comenta Alexa, frunciendo las cejas. —Y tampoco alcanzan. —Hace referencia a todos los que nos encontramos en la mesa.

—No es para todos. —explica la guardia.

—Es solo para ustedes. —secunda Carlota.

Bin se encarga de darnos una a cada uno de los que nos iremos hoy.

—Es... es. —Kim ve las botellas con desconfianza.

—Es solamente agua. —Bin le resta importancia Mientras Carlota le da una mirada acusatoria a Kim.

No pienso.

No veo nada.

No analizo.

No ato cabos.

No observo lo evidente.

Soy la mejor cirujana recibiendo una simple botella de agua.

Fin.

—Es por el viaje. —responde Kim.

Ya me repetí mil veces que quiero dejar de pensar en ello, pero son tan descuidadas que se me hace un poco tedioso. Es como ver a través de su armadura.

—Espero que les haya gustado la experiencia y vuelvan. —manifiesta la guardia de pronto.

Matías y Javier dicen que lo pensaran, ignorando lo sucedido hace unos momentos.

—Yo lo haré en seis meses. —anuncia la Dra. Alexa Calderón.

—Yo igual. —Secunda la Dra. Alejandra Campos.

—Dra. Alessia Carvajal. —me animan hablar.

La mirada de todos se posa en mí.

—Lo reflexionaré. —miento.

Abro la botella y bebo de esta bajo la mirada de las tres mujeres con un pasado que las une.

Ser estúpida no se me da cuando lo deseo.

***

Bajamos del avión comercial que nos deja en el aeropuerto de México.

Siento el cansancio inundar mi cuerpo, durante el viaje del hospital hasta el aeropuerto de Colombia me dormí sintiendo el sueño de la muerte.

En el avión también dormí y sigo sintiéndome cansada. Le atribuyo esto al exceso de trabajo en el que fui sometida.

La impaciencia de Matías es evidente, pero no me da tiempo de preguntar algo cuando lo veo caminar más rápido en dirección a una mujer que al verla me sorprendo por su apariencia.

—Interesante. —Javi está igual de impactado ante la escena que vemos.

Sara recibe a Matías con los brazos abiertos, tiene el cabello rubio y luce muy hermosa. Sin duda los rasgos alemanes se perciben mejor con su nuevo look.

Matías le susurra algo en el oído mientras ella asiente y muerde su labio, así pasan por unos minutos hasta que al fin se separan y cuando Matías nos da la cara puedo apreciar algo diferente en su mirada.

Ambición.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ