☽ | Chapter 60. [02]

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ESPERAD... ¿ESTO NO OS RESULTA FAMILIAR?

[SEGUNDA PARTE | GALATEA]

                 

Salí huyendo despavorida antes de verme al descubierto. Había bajado hasta el despacho de Derek para poder intentar arreglar nuestra situación, pero me había topado con una conversación que me había agitado el estómago; tropecé con una de las molestas mesitas que decoraban el pasillo cuando escuché a Derek diciéndole a su hermano que jamás tendría un bebé, «ni conmigo ni con nadie.»

Cerré con pestillo la puerta principal de mi suite y me dediqué a despotricar en voz alta contra el vampiro.

Gilipollas. Egocéntrico. Estúpido. Idiota. Tonto del culo. Asqueroso. Mamón. Cabrón... ¡Ni que me hubiera puesto abierta de piernas en su cama y le hubiera dicho: «Vamos a fabricar juntos un bebé, Derek. Por favor»!

Las palabras de Derek seguían resonando en mis oídos, acrecentando aún más la sensación de enfado. Di vueltas en el salón de la suite, sintiéndome como un animal enjaulado; no me apetecía estar en la mansión, ya que todo estaba colonizado por la esencia Vanczák.

Miré la mesa de cristal, donde reposaba mi móvil con la pantalla en negro. Recordé los mensajes de Jana, el estado en el que debía encontrarse y lo mal que me había portado como su amiga; había huido de la mansión de los Herz sin avisar a nadie, permitiendo que Lyle pudiera manipular a Jana con mentiras sobre lo que había sucedido en realidad.

Cogí el aparato apresuradamente y desbloqueé el terminal, yendo directa a los mensajes que había recibido de Jana; se la notaba ansiosa por hablar conmigo y yo estaba ansiosa por alejarme de la mansión hasta haberme calmado. Tecleé un rápido mensaje en el que le pedía un lugar y una hora, dejando el móvil en mi regazo mientras esperaba una contestación por su parte.

Tres minutos después tenía una cafetería, con una citación para media hora.

Fui directa a mi vestidor y escogí prendas que no llamaran la atención, quitándome las ropas que llevaba para sustituirlas por aquel uniforme negro; recogí mi pelo en una cola de caballo y metí en mi bolso lo necesario. No iría armada, ya que no podía acceder a la armería que se tenía en la mansión porque no pertenecía al equipo de seguridad; además, tampoco podía colarme o forzar la cerradura... porque Derek lo sabría y jamás me permitiría ir a mi cita con Jana.

Me miré en el espejo por última vez y salí de la suite a hurtadillas. En aquella planta apenas había afluencia, por lo que no me fue difícil acceder hasta las plantas inferiores; el verdadero reto se encontraba en el vestíbulo, ya que mi objetivo se encontraba allí... al fondo de uno de los pasillos.

En mi fuero interno empecé a rezar para que no hubiera ningún vampiro y fui bajando las escaleras con lentitud, espiando cada rincón del vestíbulo; conté tres humanos, sin la presencia de ningún vampiro. Sonreí internamente ante mi buena suerte y me dirigí con resolución al pasillo que conducía al garaje, sin problemas; pero éstos llegaron cuando me vi delante del panel digital para introducir el código de apertura.

Mi código personal quedaba totalmente descartado, ya que saltaría la alarma en cuanto vieran aparecer mi nombre en la pantalla. Sólo me quedaba una única opción...

Usar el código de Hunter y rezar a todas las deidades para que nadie se diera cuenta de este pequeño truco sucio. Existía la posibilidad de que estuviera metiendo al vampiro en un lío de los grandes, pero no tenía otra forma de salir de la mansión sin que nadie se diera cuenta.

Introduje el código de Hunter y solté el aire cuando la pantalla lo registró y la puerta que conducía al garaje se abrió con un chasquido; salté dentro de aquel enorme espacio y contemplé la hilera de coches que había allí guardados. Mi Mercedes se encontraba aparcado lejos de donde me encontraba, encajado entre dos enormes todoterreno.

MidnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora