☽ | Chapter 55.

6.3K 466 51
                                    


NO ESTÁ BIEN ASALTAR A UNA SEÑORITA CUANDO INTENTA IR DE SHOPPING

Deirdre contempló con suma curiosidad a Randall y Nelson mientras caminábamos hacia ella. Había llegado a mi primer acuerdo con Derek y ahora tenía que aguantar la presencia de aquellos dos vampiros a cambio de poder salir de compras con mi amiga por Londres, ¡genial!

Le hice un gesto a la vampira para que no hiciera ningún comentario al respecto y ella obedeció diligentemente, aunque no podía ocultar la curiosidad que despertaba el hecho de tener a mi espalda dos vampiros completamente vestidos de negro que iban a llamar demasiado la atención; le había pedido a Deirdre una salida a Londres con la excusa de que necesitaba añadir nueva ropa a mi vestidor tras mi regreso de manera definitiva a la mansión.

Eché un vistazo a mi espalda y contemplé a los dos vampiros con expresión crítica mientras mi amiga seguía muda.

-Dudo que todos quepamos en mi coche –comenté con tono reflexivo-. Sois... bueno, Randall es enorme para intentar encajarlo en los asientos traseros...

Nelson nos miraba a ambos con una expresión impertérrita. Deirdre todavía intentaba entender por qué habían decidido ponerme niñera de nuevo.

Randall se había quedado en silencio y yo seguía intentando encontrar una solución a nuestros crecientes problemas.

Maldita fuera la hora que acepté llevarme con nosotras a esos dos vampiros; Derek debía encontrarse regodeándose en su despacho.

-Siempre podemos pedirle a Derek que nos permita usar uno de los vehículos de la mansión –intervino Deirdre.

Los tres nos giramos hacia ella a la par.

-Yo podría conducir –se ofreció Nelson, alzando tímidamente una mano.

Deirdre sonrió amablemente ante la oferta de Nelson, pero yo no estaba del todo convencida. ¿Qué sucedería si aceptaba? ¿Me metería en el asiento trasero, me colocaría las gafas de sol y creería que era la esposa de algún pez gordo?

Sin embargo, ¿qué otra opción me quedaba?

-Está bien –accedí con un suspiro, imaginándome lo mucho que le gustaría a Derek escuchar que había decidido comportarme como Anna-. Nelson es nuestro nuevo chófer.

Nos dirigimos al garaje de la mansión y le cedí el paso a los dos vampiros para que pudieran escoger el coche que íbamos a tomar prestado para nuestra excursión a Londres, dándome la oportunidad de quedarme al lado de Deirdre para poder explicarle por qué tenía que aguantar la presencia de Nelson y Randall sin quejarme ni una sola vez.

-¿Todo esto –hizo mención a los dos vampiros que caminaban hacia la hilera de coches negros con las cabezas muy juntas- ha sido idea de Derek? –adivinó con una media sonrisa.

Pero aquello no tenía nada de divertido.

-Se ha vuelto un neurótico en relación a mi seguridad –respondí entre dientes-. Es imposible hablar nada con él...

Deirdre sonrió, como si todo aquello le resultara de lo más romántico.

-No es fácil ser la compañera de un líder como el aquelarre Vanczák en estos tiempos –suspiró mi amiga-. Derek simplemente quiere evitar que corras riesgos innecesarios.

Enarqué una ceja ante sus palabras. ¿Desde cuándo Deirdre se había convertido en una fiel defensora de Derek? Entorné los ojos, pensando que mi amiga sacaría por arte de magia una camiseta con el rostro del vampiro y unos pompones; Deirdre me había confesado que, en el pasado, había tenido un pequeño desliz con Derek... lo que la había conducido a una situación odiosa que había logrado catapultar al propio vampiro como persona non grata, además de su prometida.

MidnightWhere stories live. Discover now