Midnight

☽ | Chapter 15.

¡QUE LE CORTEN LA CABEZA Y LA TRITUREN COMO SI FUERA PURÉ!

A la mañana siguiente me encontré con la mejilla apoyada sobre las baldosas del suelo del baño, encogida en posición fetal y pegando mis rodillas al pecho para ocupar el menos espacio posible.

En mitad de la noche me había despertado las náuseas de mis pesadillas, una mezcla de lo que había sucedido en los jardines y una nueva en la que Derek aparecía de la nada en la habitación para violarme, y había tenido que hundir la cabeza en el váter con profundas arcadas.

Por no hablar de la herida de mi clavícula, que no paraba de sangrar. Me había visto en la obligación de rasgar una de las toallas para poder intentar cortar una hemorragia que no tenía intención de parar

La sangre del vampiro pelirrojo se había visto mezclada con la mía propia, provocando que lo pusiera todo perdido de sangre. La clavícula había comenzado a dolerme y mis fuerzas estaban abandonándome poco a poco; ahora comprendía que todos aquellos letargos que había tenido por la noche habían sido a causa de mi pérdida de sangre.

Conseguí arrastrarme hasta quedar boca arriba, boqueando como un pez. Mi sangre manchaba las baldosas y mi piel.

Mis oídos registraron entre el intenso pitido una puerta abriéndose y voces ahogadas. El tono de aquellas voces aumentó de volumen e intensidad, como si estuvieran discutiendo; recordé que la noche anterior había echado el pestillo de la puerta del baño como medida de protección frente a Derek.

Escuchaba a las personas al otro lado de la puerta seguir discutiendo, además de estar revolviendo en todas mis cosas. El picaporte trató de girar, seguido de una fuerte sacudida de la puerta; alguien intentaba entrar y, de manera inconsciente, mi cuerpo se encogió ante la posibilidad de que esa persona fuera Derek. Que hubiera decidido venir a buscarme antes de tiempo.

La puerta volvió a temblar y a mí se me escapó un quejido de dolor. Las voces habían aumentado de intensidad, pero era incapaz de poder entender lo que decían; la sangre seguía manando de mi herida, corriendo por mi piel hasta los azulejos del baño, formando una gran mancha bajo mi cuerpo.

Los párpados también habían comenzado a pesarme, haciéndome muy complicado seguir despierta. Conseguí mantenerlos entrecerrados mientras veía saltar la puerta del baño y a Hunter entrando como un torbellino hacia mí, con el rostro contraído en una grotesca expresión de ira.

Intenté elevar un brazo hacia él, pero no me respondía.

Mi cabeza cayó hacia atrás pesadamente cuando los fuertes brazos de Hunter me sostuvieron como si fuera una muñeca de trapo. Salimos del baño y regresamos a mi dormitorio, donde se encontraba Deirdre y Derek; creí que el vampiro me miraba con una expresión de estupefacción al verme en tal estado, y Deirdre dejó escapar una exclamación de horror, sin entender cómo había llegado a ese estado.

Se me escapó un gemido ahogado cuando Hunter me colocó de nuevo en la cama, apartando con cuidado el trozo de toalla que había utilizado para taponar la herida de mi clavícula; el trozo de tela se había vuelto carmesí debido a la gran cantidad de sangre que había perdido.

Pude escuchar la respiración agitada de Hunter y el gruñido de rabia que brotó de su pecho un instante después, al enfrentarse a su hermano, que seguía permaneciendo mudo.

-Dijiste que te ibas a ocupar de ella –la acusación del vampiro hizo que Derek se encogiera-. Sigue herida y perdiendo sangre... ¿Por qué, Derek? ¿Por qué se encontraba encerrada en el baño en este estado?