LXXXV

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Mark había tenido muchos días reflexionando sobre su relación con Johnny después la charla que tuvo con Taeil. Como de pronto, se encontraba demasiado deprimido pensando en que había sido egoísta al solo mirar sus propias necesidades para si quiera pensar en como Johnny se había estado sintiendo sin contar el hecho de que estaba el tener que aguantar las constantes manipulaciones del maldito Sungchan.

En los último tres días donde había fingido estar en enfermo (y por un parte, si lo estaba) para que no lo obliguen a hacer las actividades que debía hacer, se dedicó a mirar el chat de un ahora desbloqueado Johnny, mientras mordía su labio inferior con fuerza sin tener el valor de iniciar una conversación, más que nada por la vergüenza que sentía con el mayor. Salió de Kakaotalk para entrar a su galería, y buscar en esta su última foto con su novio, en ella se veía a un muy irritado Johnny, con una toalla en la cabeza, y su cepillo de dientes en la boca, mientras a lado se encontraba él, haciendo un medio corazón en su mejilla con una gran sonrisa en sus labios, esa la tomó el día en que el mayor se quedó a dormir en su habitación, cuando conoció a Bomin, en la mañana siguiente mientras se arreglaban para el Instituto.

Soltó una risa al recordar que Johnny le estuvo insistiendo como un niño pequeño que la borrará porque "salía feo", terminando aceptando cuando ambos hicieron un trato que consistía en que Mark tenía que comprar la foto con 100 besos, de los cuales ni siquiera le dio una cuarta parte, ya que se les hacía tarde.

Sintiendo algunas lágrimas caer por sus mejillas se decidió a dar el primer paso.

Mi novio precioso:

Hola...

Estas disponible?

Quiero hablar contigo...

Y también quiero disculparme

Frunció el ceño cuando el mensaje no le llegó, supuso rápidamente que tal vez había eliminado la aplicación, o en el peor de los casos, lo había bloqueado.

Presionó el botón y pulso el botón para hacer una llamada pero no, la operadora le decía que se encontraba fuera de servicio. Con un suspiro terminó por dejar su móvil debajo de su almohada, justo cuando entraba un muy agitado Chenle quien tomaba agua como si no hubiera bebido en meses, con detrás de él, el resto de chicos quienes parecían cansados.

—Creo que voy a aplicar esa de fingir estar enfermo— Dijo Yangyang dejándose caer en el suelo ganándose las risas de todos.

—Yo creo que de verdad me enferme— Murmuró Jaemin, mientras tapaba su boca con su mano.

Mark tan solo rió un poco.

[...]

—Otro de lo que sea que me acaba de dar— Ordenó dejando con un golpe la copa en la barra.

—Señor, usted ya ha tomado mucho, le aconsejo que vaya a casa— Dijo el barman mirándolo con pena.

Johnny alzó la mirada incrédulo y soltó una maldición en voz baja, para levantarse tambaleándose de su lugar, inclinarse hacía el hombre y tomar fuertemente su camisa.

—Yo vengo aquí a embriagarme y estoy pagando por ello, no vengo a que me des estúpidos consejos de mierda— Gruño y se volvió a sentar señalando su copa—. Sirveme más.

—Lo lamento tanto, señor, reglas son reglas, y usted aún sigue en la preparatoria así que me es imposible venderle más— Explicó amable, pero el otro negó.

Se levantó, ignorando que su alrededor estaba dando vueltas para subirse a la barra, y brincar hacía dentro, donde estaban todas las botellas, cayendo al suelo de golpe, para tomar la primer que encontró y abrirla, siendo que esta fue arrebatada por el hombre.

—Entienda que no puede tomar más— Le dijo mientras le quitaba las botellas del camino.

Johnny completamente molesto tomó la primera que encontró y se la aventó al hombre, esta cayendo al suelo rompiéndose en mil pedazos.

—Suficiente, ¡seguridad!— Gritó.

Johnny se logró levantar, aún tambaleándose entonces soltando un grito cuando dos hombres grandes lo tomaron por los brazos mientras lo arrastraban hasta la salida.

—¡Dejenme!— Gritó—. ¡Voy a matarlos con mis propias manos si no me bajan!

Los hombres lo ignoraron y lo lanzaron al suelo, Johnny se quejó por la luz del sol golpeando su rostro y se quedó ahí sentado en el suelo, mientras soltaba lágrimas recordando el porqué estaba ahí en primer lugar. Quería olvidar todo por un segundo, quería sentir que no existe, que nada a su alrededor existe y que todo está bien, así que no encontró otra solución más que el alcohol, y se había pasado de copas.

Sintió su móvil vibrar así que lo tomó para contestar y llevárselo a la oreja sin haber leído algún nombre antes.

—Hola— Saludo algo agitado.

—¿Johnny?— Reconoció la voz de su padre—. ¿Estás bien?

—Que más da si lo estoy— Gruñó—. ¿Qué quieres?

—Quería decirte que ya hemos cerrado tratos— Avisó—. Sungchan tendrá que viajar la próxima semana, así que tuvo que firmar ya, así que necesitamos que vengas a firmar tu parte.

—¿De verdad?— Preguntó atónito.

—Si, te quiero en veinte minutos aquí— Dijo y colgó.

Johnny se levantó de un salto, sonriendo en grande, para después mirar la puerta del bar y sacar su dedo corazón en su dirección.

—¡Que les jodan!— Gritó.

Después de eso rápidamente sacó las llaves de su coche de su bolsillo y lo buscó en la multitud, para subirse y encender el auto, sintiendo su cabeza doler demasiado.

—Mierda Johnny, estas ebrio y vas a conducir, eso no es lo que te enseñaron— Se dijo a si mismo, golpeando su frente con sus manos intentando despejar su vista, una vez lo hizo se miro en el retrovisor—. Nada malo te va a pasar.

Comenzó a conducir fuera del estacionamiento, felicitandose a si mismo por estar conduciendo bien a pesar de su condición. Lo que no sabía es que realmente había estado chocando con los autos que se encontraba aparcados en el estacionamiento, haciendo que las alarmas se prendieran y su cabeza doliera aún mas; con mucha dificultad logró salir del aparcamiento para comenzar a conducir por las calles sin estar seguro de a donde ir.

—¡Más cuidado idiota!— Le gritó el hombre frente a él cuando por accidente golpeó la parte trasera de su auto.

—¡Hey!— Gritó molesto cuando este arrancó, dejándolo con la palabra en la boca.

Con decisión comenzó a conducir detrás de él a toda velocidad sin importarle los disturbios que estaba comenzando a crear, el otro hombre comenzó a manejar más rápido al darse cuenta de que lo estaba siguiendo así que aumentó la velocidad no midiendo cuando el hombre dobló una esquina y no pudo derrapar por lo que chocó contra un edificio de ladrillos así cayendo golpeando su cabeza fuertemente contra el volante y perdiendo el conocimiento al instante.



















Consejo del día de hoy: no manejes borrachx, o si no, vas a terminar como Johnny, chocando... Y sólo diré que el final esta cerca. 😭

Nos leemos luego!

Love Drama © | JohnmarkWhere stories live. Discover now