LXVIII

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Ya era el cuarto día de Johnny en Canadá, en esos días no habían salido de casa siendo que entre familia habían hecho algunas actividades divertidas como ver películas juntos, jugar juegos de mesa, incluso hicieron una barbacoa en la cocina siendo que el patio trasero se encontraba totalmente lleno de nieve. En ese tiempo Johnny se había instalado oficialmente en la casa de los Lee trayendo sus cosas de su habitación en el hotel dejando a Mark un poco demasiado contento.

Mark se encontraba junto a Logan acomodando las cosas del desayuno en la mesa sin apartar la mirada de la ventana que daba para la parte frontera de la casa donde en el pequeño porche se encontraban hablando Johnny, Noah y Ryan, él suponía que hablaban de negocios siendo que al igual que Johnny, Noah iba a heredar la empresa de la familia y Ryan, pues, era extremadamente sociable.

—Están deliciosas las galletas, hijo— Comentó su madre dejando sobre la mesa el tazón lleno de las galletas que la noche anterior habían preparado.

—Por supuesto mamá, nuestra receta es la mejor— Asintió rápidamente recordando con sus mejillas sonrojadas la noche anterior.

Su madre aprovechando que ambos se habían quedado hasta tarde hablando en el patio trasero los invitó a ayudarle a hacer galletas siendo que Mark como el aficionado a hacer galletas que era salto aceptando y Johnny siendo que nunca en su vida había pisado una cocina para preparar algo se había visto arrastrado. Mark recordaba con demasiada ternura al mayor mirar la masa de galletas confundido mientras respondía a las preguntas que su madre le estaba haciendo sin saber que hacer.

—Hay que guardarle un par a Wendy, debe estar con sus antojos por el bebé— Dijo su madre emocionada.

Ambos asistieron y Mark guardo un par de galletas en un tazón exclusivamente para su hermana quien por cierto junto a su padre habían salido esa misma mañana.

—¡Chicos, vengan a desayunar!— Gritó su madre mientras tomaban asiento su hermano, cuñado y casi novio entrando por la puerta para ir directamente a lavarse las manos para después sentarse a su lado.

—¿De qué hablaban?— Preguntó Mark sirviéndose un poco de leche de chocolate caliente en una taza para darle un sorbo.

—Tu hermano quería unos cuantos consejos sobre la administración de la empresa— Contestó él por su lado sirviéndose una taza de café—. No me dijiste que tu familia tenía una empresa de farmacéuticos.

—No preguntaste— Se rió tomando una galleta—. ¿Quieres salir hoy? Quiero enseñarte la ciudad.

—Por supuesto— Asintió dándole un sorbo a su café—. Salgamos solos, tú y yo.

[...]

La noche había llegado en un abrir y cerrar de los ojos. Casi todo el día se lo tomaron para ellos mismos mientras veían un maratón de películas en la habitación del rubio siendo que la gran parte de aquel maratón se vio esfumado en la guerra de besos que ambos habían tenido. En la tarde acompañaron a su madre al súper a ir a comprar algunas cosas y ya en la noche ambos decidieron salir a la ciudad.

Mark siendo una escasa vez en su vida se había vestido elegante siendo que iban a ir a cenar a un restaurante famoso y caro de Vancouver, Johnny siendo él se había vestido con ropas elegantes y caras de marcas que ni siquiera podía reconocer. Ambos había salido en el coche que el mayor rento rumbo a la ciudad mientras escuchaban música y un muy emocionado Mark cantando. En el restaurante cenaron en el lugar privado que Johnny había pedido para ambos, se dirigieron al Parque Stanley a petición de Mark donde caminaban tomados de la mano admirando las vistas.

Love Drama © | JohnmarkWhere stories live. Discover now