Love Drama © | Johnmark

III

—¡Se nos está haciendo tarde!— Un agudo grito fue lo que lo hizo despertarse de golpe mientras sentía su estómago revolverse.

—¿Qué?— Murmuro confuso mientras se masajeaba las sienes mirando a Haechan correr de un lado a otro.

—¡Mark levántate en este instante, tenemos veinte minutos para salir de aquí!— Le gritó y se levantó de golpe ahora entendiendo porque su amigo estaba corriendo de un lado a otro.

Tomó su celular y lo desconectó para ver la hora, las 6:43 de la mañana. Lo tenía en silencio, por eso la maldita alarma no los había despertado y a consecuencia de aquello ahora se les estaba haciendo tarde.

—¡Me iré a bañar!— Le gritó antes de encerrarse en el baño.

Rápidamente le mandó un par de mensajes a su mamá avisándole que no tenía tiempo y que ya se debía alistar para después abrir su armario, sacar su uniforme perfectamente limpio y planchado que el día anterior había recogido de la costurería y dejarlo sobre su cama, después sacó sus zapatos, los dejó a los pies de esta para hacer lo mismo con un par de calcetines y su ropa interior, al terminar rápidamente se acercó a su escritorio para sacar sus libros y guardarlos en su mochila, junto a unas cuantas cosas más.

Volvió a checar su móvil, ahora el reloj marcaba las 6:48 de la mañana y fue en ese momento que Hae salió con una toalla envuelta en su cintura y con otra en su cabello. Tapó sus ojos y rápidamente se adentro al baño con su propia toalla y calzoncillos para darse una rápida ducha de no más de cinco minutos para salir y cambiarse.

Ya faltaban dos minutos para las siete en punto cuando ambos salieron aún acomodándose su uniforme corriendo hacía el elevador.

—Somos un desastre— Musito Mark ya dentro de él.

Donghyuck rió y asintió mientras se acomodaba su cabello por el espejo del lugar.

—Olvidé poner mi alarma— Comentó con un puchero.

—Yo tenía mi móvil en silencio— Mark le pellizco la mejilla—. Recuerdame comprar un despertador para la próxima.

Aprovechando que ambos por azares del destino habían tocado en la misma clase, el moreno tomó al menor por la manga para jalarlo prácticamente corriendo dentro del Instituto parando cuando observaron un montón de alumnos estar en la entrada expectantes de algo. Con su curiosidad a tope ambos se hicieron espacio entre la multitud de adolescentes llegando a primera fila dándose cuenta de que todo aquella era causado por un cuarteto de chicos quienes caminaban dentro haciendo que todos se apartaran cómo si fueran un especie de Moisés.

—¿Quiénes son?— Le preguntó al otro cera de su oído al verlo mirarlos algo molesto.

—Los reyes de lugar— Contestó con disgusto—. O al menos eso se creen los muy idiotas.

—¿Los reyes?— Repitió confuso.

El mayor de los Lee asintió para apuntar disimuladamente a los cuatro chicos quienes caminaban vistiendo ropa que no tenía nada que ver con el reglamento del uniforme del lugar.

—Son quienes mandan aquí, las abejas reinas, los reyes, unos completos idiotas que toman provecho de sus posiciones— Explicó—. El castaño de abrigo rojo es Ten, tiene complejo de princesa así que si no le dices príncipe se encargará de arruinar tu estadía aquí— Rodó los ojos—. El rubio, ese que parece ángel es la probable razón del porque crearon el dicho "las apariencias engañan", se llama Sicheng pero solo los demás reyes lo pueden llamar así, para tí es Winwin, es demasiado irritante y más de la mitad de estudiantes ya han probado sus labios— Señalo con disgusto—. Ahora el pelirrojo, se llama Moon Taeil y es un completo idiota, se aprovecha que su abuela es la directora para poder salirse siempre con las suyas y usar ropa que no tiene que ver con el reglamento del Instituto además de que más te vale no meterse en su camino porque es capaz de hacer que te expulsen en segundos— Notó cómo para hablar de él se refirió con más odio—. Y ahora el último y el más peor, el rey de reyes, el de cabello oscuro, se llama Johnny Seo y sus padre es CEO de una rama de la empresa de Samsung, cree que por eso puede hacer lo que le plazca, es quien lídera ese cuarteto de súper idiotas.