TaeHyung se aísla de los demás sólo por ser catalogado como alguien "raro", pertenecer al club de periodismo no estaba en sus planes y mucho menos hacerle una entrevista a la estrella de baloncesto Agust, las cosas salieron tan extrañas ¡que hasta l...
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Nota: la imagen en multimedia representa el color de cabello de los chicos.
—Diecisiete, dieciocho... die-diecinueve... —la respiración se le está cortando de a poco, jadea en cada flexión.
—¡Mamá quiere que bajes a desayunar! —Se asusta ante el grito, tanto así que suelta la varilla en la cual está haciendo ejercicio y cae al suelo soltando un quejido—, oh, lo siento Hyung.
—¡Te he dicho millones de veces que toques antes de entrar Sung Ahn! —Regaño poniéndose de pie.
—¡Lo siento, lo siento! —Grita el adolescente saliendo corriendo de su habitación.
Yeon Jun suelta un suspiro para después acercarse a su armario y tomar su uniforme de la preparatoria. Toma una ducha rápida y sale para ponerse los zapatos y la corbata, una vez ya los porta toma su mochila y se la cuelga en un su hombro derecho.
Baja trotando las escaleras de su casa, el sonido del televisor de la sala llega a sus oídos.
—Buenos días —menciona una vez arriba en el primer piso, mira a la sala y se encuentra con su hermano menor sentado en el sofá largo de la misma comiendo lo que supone es cereal.
—Buenos días cariño —saluda su madre sentada en una de las sillas de la mesa principal, la ve tomando un café mientras lee unos papeles que la rodean—, ¿no tomas el desayuno? —Pregunta al ver que el peli-azul no se sienta frente a ella, en cambio toma el tocino que ha hecho y se lo lleva a la boca.
—Voy tarde para encontrarme con Soobin —responde mientras mastica.
—Oye, oye, espera ven aquí —detiene la mujer, el chico detiene su carrera a la puerta principal y se gira nuevamente a su madre, ésta se acerca y le comienza a acomodar la corbata—, 15 años y aún no sabes hacer el nudo de la corbata.
—Hablando de edades —toma la palabra el peli-azul—, Sung tiene 13 y aún no entiende que antes de entrar se toca la puerta.
—¡Dije que fue un accidente! —Grita el joven a modo de reproche, hace un puchero en cuánto su hermano mayor le saca la lengua.
—Bueno, bueno, ya vimos que ambos tienen que sentarse hablar acerca de las cosas que les disgustan, recuerden que...
—"Retener cosas hace mal" —interrumpen ambos hermanos al mismo tiempo.
—Lo sabemos mamá, lo dices todo el tiempo —aclara con una risa Sung.
—Tengo que irme o Soonie me matará —recuerda, se acerca y le da un beso rápido en la frente a su madre y comienza a correr hacía la puerta, no sin antes sacudirle el cabello a su hermano—, ¡recuerda tocar las puertas! —Advierte ya en la puerta.
