Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 5: Agust y JiMin se matan

—¡Llegue! —informa TaeHyung cerrando la puerta principal tras de sí.

—¡Hola TaeHyungie! —responden sus hermanos, quienes después de caminar por el corredor y llegar a la sala Tae se percató que se encuentran acostados boca abajo en la alfombra frente al televisor viendo la película de "los niños lobos", excelente película, piensa el castaño.

—¿Quieren q-que les haga algo de comer? —les pregunta.

—Mamá dejo comida en la estufa, ¿puedes calentarla para nosotros? —le pregunto su hermana menor.

—Claro, sólo, m-me iré a cambiar rápido, no tardo —les menciona y después de recibir el asentimiento de cabeza por parte de los menores corre escaleras arriba a su habitación.

Llega al cuarto, deja sus pertenencias en el suelo y comienza a quitarse la camisa, mientras se disponía a hacer aquello se le escapo una sonrisa, ¿estaba siendo considerado para pertenecer al club de periodismo? La cuestión aquí, sí aceptaba la propuesta ¿lo haría bien? ¿Sería bueno escribiendo? Ciertamente hace mucho que no escribía, lo había dejado desde la escuela secundaria, hace que... ¿dos años? ¿Tres años?

Suelta un suspiro y recuerda las palabras de la jefa del periódico estudiantil aquella vez que fue con mucha ilusión y una gran sonrisa al aula correspondiente a pedir informes.

"—No aceptamos a chicos tartamudos, no nos vamos a arriesgar a que las cosas salgan mal".

O lo que le siguió otro compañero aquel día:

"—O a que cuando escribas las palabras salgan como las dices".

Sabe que es algo tonto, que aquellos argumentos fueron idiotas y que no debería siquiera pensar en aquello, pero las palabras seguían dando vueltas en su cabeza y la inseguridad que él mismo se decía que debía borrar, porque es lo que es, renacía con aquellos recuerdos.

—¡TaeHyung! —le llamo Myeong sacándolo de sus pensamientos, reacciono bajándose la camisa y caminando rápido a la puerta—, ¡tengo hambre!

—¡Voy! —le regreso la respuesta.

Se puso su short largo lanzando a la cama sus jeans y después bajo las escaleras de manera rápida, se adentró a la cocina y tal y como dijeron sus hermanos hay sartenes con comida en la estufa, con aluminios tapándolos, quitó las simulaciones de tapas y encendió las mechas de cada estufa para comenzar a calentar un poco la comida.

Mientras espera sirvió los vasos con un poco de soda para sus hermanos y para él, los deja en la superficie de la barra, cuando la comida se calentó un poco tomo tres platos y sirvió de manera rápida, él al igual que sus hermanos tiene hambre. Cuando termino su labor toma los platos correspondientes a los pequeños y se los lleva a la sala al igual que los vasos, vuelve por sus cosas y se sienta en el sofá detrás de los niños, los tres comiendo mientras ven la película.

Bien, es hora de llorar. Piensa con un suspiro el castaño a la vez que enrollaba un poco de espagueti en su tenedor y lo lleva a su boca.

—Ya Seong, deja de llorar —pide tratando de no reír, su hermano menor es muy sensible y no dudaba que lloraría más al verlo reírse de él.

—¡Es muy triste! —Grita en su pecho, sollozando. Tae mira a Suk y ésta niega con la cabeza a la vez que rodea los ojos, como diciendo que el comportamiento del menor es exagerada.

—Ya, ya —le da unas leves palmaditas. —Hay que hacer la tarea, ¿les encargaron mucha? —Cuestiona y ambos niños niegan—, de acuerdo, vamos a hacerla y d-después pueden ver m-m-ás televisión, ¿bien? —los niños asintieron con la cabeza.