TaeHyung se aísla de los demás sólo por ser catalogado como alguien "raro", pertenecer al club de periodismo no estaba en sus planes y mucho menos hacerle una entrevista a la estrella de baloncesto Agust, las cosas salieron tan extrañas ¡que hasta l...
El sábado TaeHyung despierta por las lamidas que YeonTan da en su rostro, el cachorrito ya está mucho mejor, las primeras noches a decir verdad fueron un poco complicadas y estaría mintiendo sí dijera que no se sintió como un padre primerizo cuando su hijo se enferma, pero bueno, ahora ya está mucho más tranquilo al ver que gracias a las inyecciones (las cuales se le agregaron en los siguientes 2 días después de la consulta) su bebé ya está algo bien, aunque la tos continua de vez en cuando.
No obstante, se está comenzando a cuestionar sí continúa la tos por la enfermedad o por capricho de YeonTan, ya que todos en la casa no han hecho otra cosa más que consentirlo, tal vez le está gustando esa vida y se está yendo por ese lado.
Soltando una risa ante el pensamiento, Tae se sienta en la cama y toma su teléfono, recuerda que es el inicio de fin de semana por lo que abre sus mensajes con Ota y Nam y les manda un mensaje deseándoles suerte a ambos, en serio no duda que ambos pasarán el examen, se han preparado mucho y no duda para nada en la capacidad de cada uno de los dos, de igual forma, que no logren pasar no tiene nada de malo, no definen su inteligencia, algunas veces simplemente no es el momento. Cuando termina de enviar los mensajes y mandar uno a YoonGi Hyung diciéndole "buenos días" se pone de pie y baja las escaleras, se encuentra con su madre en la cocina, oh cierto, que ella le mencionó ayer que el día de hoy se tomaría el día libre, se alegra por ella ya que ha estado trabajando mucho últimamente.
—Buenos días —recibe su madre con una sonrisa, el menor se la regresa a la vez que se adentra y toma un paquete de galletas de chocolate y se sirve un vaso de leche que mete al microondas para calentarla un poco— ¿cómo dormiste?—Pregunta, mientras espera frente al micro Tae la mira y le asiente.
—Bien—responde—, Tani n-n-no tosió m-m-m-mucho —informa y y su madre lo mira con una sonrisa.
—¿En serio? Eso es genial —reconoce—, esperemos que con la inyección de hoy ya se recuperé totalmente, aunque comienzo a pensar que lo hace a propósito —hace observación y Tae suelta una risa asintiendo.
—Pienso lo m-m-mismo —ahora son ambos quienes comienzan a reír.
Se sienta en la sala junto a sus hermanos para continuar viendo un anime mientras desayuna, cuando un mensaje de JiMin le llega lo abre y sonríe.
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La verdad es que sí está algo nervioso, nunca antes ha ido a un karaoke, pese a que la emoción es más grande en su pecho que el miedo y los nervios, estos dos últimos no dejan de estar pulsantes en su cabeza. Sus padres lo han dejado ir y esa es razón suficiente para hacer que sus nervios se pongan de punta.
Muchas cosas están cambiando y aún es muy difícil, no quiere hacerse muchas ilusiones porque tal y como sucedió antes, las caídas han sido duras y dolorosas. ¿Cuándo será el momento en donde su burbuja vuelva a explotar y él caiga sin más?
