Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 18: cansancio

Al entrar a su casa, TaeHyung lo hace cabizbajo.

—¡Oppa! —lo recibe Suk, aquello lo hace volver a la realidad y mirar por el corredor, su hermanita corre hacía su dirección, sin poder evitarlo le regala una sonrisa y abre los brazos esperando a su encuentro, la carga en cuanto la niña salta a él.

Pesé a ya ser una niña grande, a ella le gusta que la cargue y para él no es problema, en absoluto.

—Hola linda —saluda con un besito en su mejilla. Haciéndola reír.

—¿Cómo te fue hoy? —Le pregunta la niña rodeando su cuello con sus brazos, TaeHyung recuerda lo sucedido por la tarde y de pronto su ánimo baja un poco.

—Me fue b-bien —asiente con una sonrisa suave, la mira y su hermana lo observa con una gran sonrisa.

—La cena ya no tardará en estar —avisa.

—¿En serio? V-vamos, muero de hambre —sonríe caminando con ella aun en sus brazos.

Cuando llegan a la cocina, la señora Kim se encuentra frente a una olla, en cuando siente su presencia la mujer lo mira y le sonríe.

—Hola amor —sonríe—, ¿cómo te fue hoy? —Cuestiona meneando la cuchara larga en la olla.

—Bien —responde sin mucho detalle, no quiere hablar de ello, o no al menos frente a su hermana.

—Bien, ¿vas a cambiarte y luego bajas? Papá va a llegar un poco tarde hoy —avisa. Tae asiente con la cabeza.

—¿Después podemos ver un anime? —Cuestiona con una sonrisa Suk.

—Hoy no Sukie —responde Tae mirándola, la sonrisa de la niña baja un poco—, mañana veremos dos capítulos incluso, ¿bien? —pregunta y su sonrisa vuelve al ver que la de su hermana igual.

—Bien —asiente con firmeza la menor. El mayor le da un beso rápido en la mejilla y con ello la deja en el suelo y se encamina a las escaleras.

Sube a su habitación y se cambia de ropa, cuando baja de nuevo su hermano se encuentra acomodando los cubiertos en la mesa de la sala.

—Bien, siéntense niños —habla su madre con dos platos en cada mano, acercándose a la mesa.

TaeHyung se sienta en una silla y aguarda a que su madre le de su plato. Cuando todos tienen su plato y vaso con un poco de refresco dan las gracias y comienzan a comer en silencio.

—Hoy la maestra me felicito por el cuento que escribí —menciona Suk con una sonrisa, todos en la mesa la miran.

—¿En serio? Oh, pues me tienes que mostrar ese cuento amor —menciona con una gran sonrisa la mujer, y Suk asiente—, ¿a ti cómo te fue hoy Jin? —Cuestiona mirando al menor de los Kim, éste la mira y le niega restando importancia.

—Estuvo bien —le responde—. Hoy me junté con Justin —informa.

—Wow, eso es genial amor, tienes que invitarlo a comer pronto —sonríe, y Tae observa como los ojitos de su hermano brillan y aquello lo hace sonreír.

Su madre no le cuestiona por su día, y aquello lo agradece, se dispone a comer de manera rápida.

—Estaré en mi habitación —avisa a su madre, quien asiente con la cabeza y lo deja subir.