Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 22: el clásico del dedito

—Ya no puedo más —se queja JiMin tirándose a la mesa de la cafetería, TaeHyung se sienta a su costado, pero a diferencia del rubio él se mantiene derecho, bueno, aquello no dura mucho pues sus hombros caen enseguida.

—Em... ¿qué les pasa? —cuestiona Young mirándolos con extrañeza.

—Muchos trabajos y tareas y exámenes —responde JiMin con cansancio—, eso sucede.

El viernes ha llegado, y para TaeHyung y JiMin la semana ha sido tan larga, los profesores comenzado a encargar mucha tarea, entre ello ensayos y parece que todos se han puesto de acuerdo para aplicar sus exámenes parciales un mismo día, haciendo que un día presenten algunas veces tres exámenes.

—Ya veo... ¿quieren chocolate? —cuestiona la pelinegra. JiMin alza un poco la mirada y se encuentra con la chica tendiéndoles un paquetito abierto de m&m's, no lo piensa mucho antes de incorporarse y tomar uno, se lo lleva a la boca y lo mastica.

—¿Tú no quieres TaeHyung? —Young mira con dirección al castaño, quien deja de mirar su milanesa de res y la mira a ella, observa el paquete y posterior le niega suavemente con la cabeza.

—N-no gusta —responde.

—¿Qué?/¿Qué? —cuestionan JungKook y ella al mismo tiempo.

—A TaTa no le gusta el chocolate —aclara JiMin por él, el castaño asiente con la cabeza.

—Oh por Dios, eres la primera persona que conozco que no le gusta el chocolate —afirma Young sin haber salido de su especie de shook.

—No es que n-no m-me guste, n-no suelo com-comerlo mucho —aclara—, muy dulce.

—Ya veo, entonces ¿qué chocolate es tu favorito?

—Los ferrero rocher —responde.

—Oh, eres indio de los finos —menciona la pelinegra, aquello hace reír a JungKook y a JiMin, Tae por su parte siente sus mejillas arder.

Su madre también le dice lo mismo. Bueno, bueno, no exactamente lo mismo (con referencia a lo de indio), sino que es especialito en cuestión a chocolates.

—Yah, deja a TaTa en paz, ¿no ves que está chiquito y ha tenido que lidiar con tantas cosas? entre ellos al idiota de Woo —rodea los ojos JiMin.

—¿Sigue jodiendo? —Pregunta notoriamente molesta Young. Tae se ha dado cuenta que a la chica le gusta mucho decir malas palabras, cosa contraria a JungKook, quien se mantiene callado y solamente la regaña cuando se pasa.

En una situación de psicoanálisis JungKookie es el yo y Young es el ello, según la teoría de Sigmund Freud. Sin poder evitarlo suelta una risa traviesa ante su idea, cuando alza la mirada se encuentra con todos mirándolo con una ceja alzada.

—Lo siento —murmura carraspeando.

—Como sea —suelta una pequeña risa JiMin, con ello retoma el mirar a Young y asentirle—, sí, el tonto ese sigue molestando a Tae, ya lo he amenazado y parece no hacer caso.

—¿Y sí le decimos a alguien? —Cuestiona JungKook.

—¡No! —Reacciona rápido Tae, tomando un tanto desprevenidos a todos.

—¿TaeHyung? —Le llama JiMin.

—Decir a nadie, no —Habla—, no JiMin, no —comienza a removerse.