Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 25: la verdad sobre el triángulo amoroso

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TaeHyung siente sus mejillas arder a más no poder, justo ahora quiere que la tierra lo trague y no lo vuelva a expulsar nunca más. Aprieta sus labios en un intento por no soltar un chillido a su amigo y baja la mirada, mirándolo por sobre sus parpados. JiMin está frente a él que se parte de risa, pero en serio, Tae incluso teme que el pequeñito se vaya de espaldas de su asiento.

Sabe que ha ideo lejos con su novela con cuestión a él, NamJoon y YoonGi, pero tampoco es para que JiMin se esté riendo interminablemente.

—Ahora entiendo porque YoonGi estaba amenazándome ayer con decirle qué te estaba diciendo de él —hace mención en medio de su risa.

Aquello sin duda llama la atención de Tae, vuelve su mirada a su amigo y se encuentra con que JiMin ya está parando de reír un poco pero ahora se limpia las orillas de sus ojos, posiblemente ha llegado al punto de llorar a causa de ella, cosa que no le sorprende a Kim dado que en serio se había reído mucho.

¿Agust se había preocupado porque no le había hablado? Ciertamente se sorprende, cree que el rubio simplemente lo saludaba por pura educación y que aquella vez que le había mencionado hacer prácticas con Suk fue simple lástima por estar triste en el gimnasio.

Y bueno, sí los ponemos en una balanza, Agust le saca mucha ventaja; es popular, es genial, es seguro, sí, todo lo que TaeHyung no es y que no se acopla a él. Así que en serio le sorprende mucho que el capitán de baloncesto quiera hablarle.

Simplemente algo muy irreal.

Y tal vez está siendo exagerado, pero piensen, ¿no les ha pasado alguna vez? Que creen ser invisible para una persona pero en realidad no lo son. Seguramente se sorprendieron al ver que el interés era correspondido.

—Ya Hyung, d-deja de reírte —pide Tae en tono quejumbroso y penoso también, si bien la risa de JiMin es suave, ante el comentario de su amigo le ha dado de nuevo el ataque de risa—, ¡t-te voy a p-pegar! —Le amenaza sin más. Continua con su nariz arrugada al igual que su entrecejo, solamente que sus mejillas se ponen rojas al igual que sus orejas al segundo que JiMin se comienza a reír más.

Suelta un bufido y se gira a la puerta principal.

—¡Oh vamos TaTa! —Lo sigue JiMin riendo un poco, lo abraza por el torso y apoya su cabeza en su hombro izquierdo, Tae lo intenta alejar—, ¡no te enfades! —Pide con un puchero.

—No te rías más —condiciona.

—Bien, ya no lo haré —promete apretando sus labios para no soltar a reír. Tae asiente y aún con el rubio abrazándolo se adentra al aula, Hyun se encuentra en la entrada por lo que Tae algo titubeante entra, pero se media tropieza por el pie que a última instancia le ha puesto el pelinegro, por suerte JiMin plantea sus pies con firmeza al suelo y lo ayuda a mantenerse.

—Perdón —pronuncia el pelinegro, pero se ve a simple vista que lo dice sin ninguna verdadera intención de disculparse.

—Vuelves a hacer eso y...

—¿Sucede algo? —Interrumpe la profesora. Tanto JiMin como Taehyung la miran, el rubio está a punto de responderle pero Tae se le adelanta negando con la cabeza—, en ese caso, ¿qué hacen aquí? Tomen asiento y guarden silencio —demanda.

Tae puede sentir la mirada incrédula de JiMin mientras ambos se encaminan a sus lugares en la parte trasera, sabe que su amigo se ha molestado, pero en serio aquello no ha sido para armar un show.